Deja De Correr

123 22 3
                                    


Advertencia ⚠: escenas narradas para mayores de edad (+18)

La cama era lo suficientemente grande cómo para que YoonGi rodara sobre Seokjin y éste lo volviera a colocar abajo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La cama era lo suficientemente grande cómo para que YoonGi rodara sobre Seokjin y éste lo volviera a colocar abajo.

—Seokjin, por favor, no hagas esto— el menor seguía pidiendo que se detuviera y su reseco  corazón le seguia pidiendo que se callara.

—¿Qué cosa? —Seokjin volvió a embestir por sobre la ropa — te recuerdo que la última vez que estuvimos en esta situación yo ni siquiera podía hablar ¿Quieres que ponga un poco de cinta adhesiva sobre tu boca? ¿Eso quieres?

YoonGi negó, rápido, no quería eso. YoonGi quería irse porque le había costado tanto calmar a sus sentimientos estos tres últimos años, esos sentimientos que despertaban sus recuerdos y le pedían que regresara con Seokjin, que lo secuestrara nuevamente y que volviera a probar de su piel.

—Ah... Mhn— "esto está mal, está muy mal" repetía la mente de YoonGi —Seokjin, por favor hay que hablar.

—Si hubieras querido hablar, hubieras regresado antes — Seokjin mordió el lóbulo de su oreja enviando destellos de placer en su parte baja. — ¿sabes cuanto quise hacerte el amor ese día? Pero tu sólo me usaste y te fuiste.

Seokjin empezó a juguetear con el cierre de su pantalón apretando su pene por sobre la ropa. YoonGi estaba aturdido, ser tocado de esa manera por él, era idílico. La lengua del mayor recorrió su mandíbula de lado a lado, mordiendo su barbilla y haciendo inevitable que YoonGi callara sus gemidos mientras no dejaban de sobar y apretar su pene, con aquella mano firme.

A YoonGi de pequeño siempre se le hizo extraño la familiaridad con la que gustaba de niños más grandes que él. Cuando tuvo a su primera novia, le asustó no sentir nada ante el tacto de ella pero cuando Seokjin lo tocaba era diferente, le gustaba como ese chico casualmente lo soprendia tomándolo por la cintura con cierta fuerza con la que jamás tomarías a un mujer. Le encantaba tener las manos fuertes de Seokjin sobre él. Y aunque Jungkook llegó a su vida, YoonGi simplemente lo vio como una excusa para decir que en realidad le gustaban los hombres pero Jungkook no era Seokjin, Seokjin no era "los hombres" porque hasta para el poco romántico YoonGi sonaba patético decir que había estado enamorado del mismo chico desde los nueve años.

Asi que cuando la mano firme y grande de Seokjin dejó de jugar con el cierre de su pantalón y lo atravesó para también bajar la tela de su bóxer al mismo tiempo que mordía y dejaba tenuemente rojo su pezon izquierdo, tomó su erecto miembro entre sus dedos. YoonGi no pudo evitar curvear su cintura ante la sensación de satisfacción que lo embargó.

El menor recordaba como Seokjin se retorcio ante las cosas que YoonGi le hizo al tenerlo inmovilizado a la cama pero ser el receptor de sus habilidades era mil veces mejor que tenerlo amarrado y amordazado.

—YoonGi — lo llamó Seokjin en medio de su magnífica estimulación, un pequeño "¿Mhm?" salió de sus labios —No regresarás a Japón

La mente de YoonGi estaba tan nublada por el placer de ser acariciado que no procesó sus palabras —Seúl... Ah... — la mano del mayor subió y bajó mientras dejaba besos húmedos en el cuello pálido.

No si no es conmigo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora