Me encontraba ordenando mi oficina, era viernes así que se podía ver la enorme sonrisa y la gran felicidad de todos los trabajadores de VOGUE, escuche que tocaron la puerta y conteste con un 'Adelante'.
-Coraline, ¿Qué haces?- pregunto Norman confundido al verme con mi blusa manchada de pintura, periódico en la orilla de las paredes y el escritorio, silla, cuadros, estantes etc. todo posicionado en el lado izquierdo de la pequeña habitación llamada 'oficina'
-Estaba aburrida y pensé que un cambio a mi oficina resultaría bueno- conteste mientras agarraba la brocha y la sumergía en pintura café- y bueno... ¿Qué te trae por acá?
-Bueno es viernes y son las 8 de la noche, y vine a invitarte a un bar ira Kristen, Cloe, Abraham y otros
-Okey, ¿a qué hora?
-Pues se supone que era en la salida del trabajo ósea a las ocho- miro su reloj y sonrió- pero ya son las 8:13- camine hacia la puerta y la abrí, mi secretaria estaba sentada en si escritorio, y la gente salía animadamente por las puerta de VOGUE.
-Se me ha pasado el tiempo tan rápido-me senté en el piso agotada y Norman se sentó a lado mío, nuestras miradas se encontraron por un par de minutos hasta que reaccione
-Coraline ¿porque eres tan terca?- lo mire sin entender el por qué su repentina pregunta- admite que me amas
- Idiota...-lo mire mal
- ¿Idiota? Las demás chicas dicen que soy irresistible- dijo Norman en tono divertido
- Uy disculpe Sr. Ego por no pensar igual que las demás chicas- conteste en el mismo tono, Norman me miro y acerco su dedo índice a mi nariz embarrándome pintura café
-¡Te arrepentirás de esto Norman!- dije casi gritando
Se levanto, al igual que yo, tome una brocha y le embarre en el cachete comencé a reír a carcajadas, me arrebato la brocha y la paso por mi brazo llenándome de pintura, los dos nos reíamos sin parar mientras nos pintábamos; comenzamos a pintar la pared que faltaba haciendo cosas graciosas como cantar, bailar y pelearnos por las brochas.
-¡Hey dame esa brocha!- dije sonriendo
-Ven por ella- y como dijo el fui por ella pero el muy imbécil se aprovecho de que él era más alto elevo su mano con la brocha en ella mientras yo daba brincos para alcanzarla, parecíamos dos niños jugando y peleando pero no me importaba me la estaba pasando bien con él, en el edificio de VOGUE ya no quedaba ningún trabajador más que Norman y yo.
Al dar un brinco aterrice mal y me doble el tobillo haciendo que me tambaleara y por poco cayera al frio suelo de no ser por Reedus que me tomo de la cintura con fuerza provocando un extraño escalofrió, aun seguíamos en esa posición le mire a los ojos y el hizo lo mismo, mi cerebro me decía que me separara pero no podía mi cuerpo no reaccionaba, el se acerco mas a mi hasta que sus labios tocaron los míos, movíamos nuestros labios con ritmo sin prisas, coloqué mis manos en su cuello y él me acerco más a su cuerpo dándole más profundidad a el beso, era un momento que no quería que se acabara nunca pero la falta de respiración afecta.
-Yo... am... ¿Me podrías ayudar a acomodar los muebles?- dije nerviosa, ¡Joder, ¿pero qué me pasa a mi? ¿Por qué este tipo me pone tan nerviosa? Tal vez me guste... pero que cosas digo creo que el cansancio me afecta.
- Si...si, por supuesto- sonrió nervioso llevándose su mano a la nuca.
Después de 15 minutos de acomodar muebles y de un absoluto silencio Norman hablo.
-¿quieres que te vaya a dejar a tu casa?
- No, es que iré al centro comercial- dije acomodando un cuaderno en el escritorio