Девять бомб 💣

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Julius

Tenía en mente una sola cosa desde que lo vi, supe que el era para mi, quizá mi Heterosexualidad nublaba mi vista hace tiempo, pero desde aquella vez en detención, mirar a Darwin había sido muy difícil para mi, no podía mirarlo porque comenzaba a sentir la temperatura de mi rostro tornarse caliente, decían que cada vez que ves a la persona que te gusta te sonrojas, en mi caso sólo se me ponían rojas las orejas y pensaban los idiotas de mis amigos que quería ir al baño con urgencia.

Lo utilizaban cada que me pasaba, y se reían de mi, me molestaba, no lo soportaba, asi que había desidido dejar de prestarle atención a ese chico, si no me sonrojaba no había razón para que los Panas se burlaran.

Aunque no me arrepiento de no haber cumplido eso, ahora lo tenía, literalmente era mío, sus labios son tan suaves, tan cálidos, su expresión era una obra de arte de costo bastante alto, que yo he podido admirar a un precio demasiado bajo. Era tan tierno sentir como intentaba seguirme el paso, intentar llegar a la misma velocidad con la que yo tomaba su boca, acariciaba su paladar con delicadeza y sentía como el temblaba cada ciertos tiempos debajo de mi. Cada vez perdía mi paciencia, me estaba desesperando, quería tocarlo más, quería poseer su cuerpo, hacerlo mío, quería robar su inocencia.

El beso continuó bien, lo había llevado a mi habitación sin dejar de saborear sus dulces labios, esto era adictivo, podría terminar siendo mi adicción, mi cura para mi enfermedad, mi droga favorita. Me separe del beso y lo recoste en mi cama, abrí sus piernas y me metí entre ellas de forma que quedara incado, el me miro confuso y yo le dedique una sonrisa ladida, mientras tomaba su buzo de la parte baja y comenzaba a sacarselo.

Darwin: Qué estas haciendo?- me preguntó mirando como arrojaba su buzo a una esquina de la cama

Julius: no lo vas a necesitar ahorita - le informé empujandolo para que quedara recostado por completó en la cama. Lo mire a los ojos y este sólo sonrió. Su cuerpo mi adoración, su sonrisa era mi obsequio y su bienestar se convertiria en mi obligación. comencé acariciar su mejilla izquierda con la mano en la que no recargaba mi peso  y tome su mentón para levantar su cabeza un poco y atrapar su boca una vez mas, me correspondió tan pronto lo hice, y eso me gustó.

Bese sus labios, su mentón, baje por su cuello y comencé a lamer y morder levemente su piel, las marcas comenzarían a notarse en un rato, el sólo suspiraba mientras miraba el techo de mi habitación, mire como su Clavícula se asomba por el cuello de la camisa, rogandome que le diera atención, hice a un lado el cuello de la camisa, para que no me estorbara en mi labor, y comencé a succioner en ese lugar, sonreí al ver como la sangre comenzaba a intestificarse justo donde había succionado, quedara marcado, seguro tendrá que utilizar bufandas para ocultar lo que es mío.

El puso sus manos sobre mi cabello, y comenzó a jugar con mi mechero sobresaliente de bomba en mi cabeza, pude sentir como jalo la liga de pelo y la soltó dejando caer mi cabello no tan largó, el mechero se asomo más, y sentí como la libertad de mi cabellera abundaba por el aire del ventilador que pegaba hacia nosotros.

Darwin: tu cabello es hermoso - dijo sin dejar de acariciarme la cabeza

Yo sonreí y mire hacía la camisa blanca que aún cubría el cuerpo del chico al que deseaba, esta cosa no paraba de ponerse en mi caminó, rapidamente la levante tomando por sorpresa a Darwin, se aferró de mi cabello con fuerza, que cuando jaló se llevo consigo mi cabeza hacía su pecho, donde ahora se encontraba mi mano sujeta a la camisa.

Julius: esta bien, Darwin, puedes soltarme - murmure, el me hizo caso y yo me levante de vuelta con la ayuda de mi brazo

Darwin: lo siento, me sorprendiste

Abominación con Patas (Bomwin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora