Analizando todo lo que acababa de escuchar seguía sin entender que tenía que ver yo en eso, en que momento yo me había relacionado en cosas divinas...
-Es muy triste toda tu historia y lamento mi falta de empatía pero viendo que seres celestiales atentan contra mi vida, ¿Qué se supone que yo tengo que ver con eso?
-Bueno, años más tarde, aproximadamente en 1500, estaba por Inglaterra y me encontré con una chica igual a Ada solo que un poco mayor, aunque me costo bastante conseguí acercarme a ella, estuve a su lado durante algunos años, pero tuve que alejarme cuando se vería evidente que ella envejecía y yo no, no volví a verla pero si investigue su pasado, pase al menos dos siglos investigando hasta que encontré que una de sus antepasados era una bruja increíblemente poderosa que había jugado con magia negra intentando conseguir la inmortalidad, pensó que lo había conseguido pero todo salió mal años después. La naturaleza extrañamente para conseguir su balance creó a las primeras doppelgänger de la historia, así que tu eres una doppelgänger Beltrán, sangre celestial corre por tus venas, padre te quiere ver muerta pues aunque no eres una Nefilim pura eres una en menor grado, y sobre todo quiere matarte para lastimarme a mi.
-Así que todo esto es gracias a que una de mis antepasados quiso jugar con la magia negra y ahora yo soy la que debo pagarlo, esto es increíble...
-Y ahora mi deber es cuidar de ti o al menos asegurarme de que sepas como defenderte de mis hermanos.
-Alto ahí, no necesito que me cuides, se cuidarme sola grandulón.
-Esta bien, te dejare si puedes apuñalarme una sola vez.
-¿Apuñalarte? ¿Es una broma?
-No vas a lastimarme, solo las espadas de ángeles son capaces de herirme realmente.
-De acuerdo, pero eso será mañana, hoy fueron demasiadas cosas como para agregarle más locuras a mi vida.
-Bien, dormirás aquí.
-De ninguna manera.
-Me parece que no te pregunte.- Al ver la seriedad de su cara y pensando que estaba muy cansada para pelear termine asintiendo.- Te quedaras en la habitación de invitados, déjame llevarte y enseñarte el baño para que tomes una ducha, no tengo ropa de mujer pero puedo prestarte un poco de mi ropa si no te incomoda.
-Eso estaría genial, cualquier cosa es mejor que mi ropa sucia.
Subimos al dormitorio y me indico donde estaba la ducha, me bañe y cuando salí su ropa estaba sobre la cama, me cambie y me acosté a dormir pues me sentía agotada.
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La historia de un caído
RomanceTy Wells, una chica universitaria que estaría a punto de transformar su vida por completo, descubriendo secretos de su pasado que no se imaginaba. Todo gracias a un chico extraño, y ese chico era Raffe Evans.