XVIII

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Yo misma me sorprendía al ver cuan frágil y débil era.

Un corazón roto, una ilusión rota, millones de sueños rotos, un deseo pisado y hecho polvo, me hicieron caer.

Había logrado tanto, había mejorado. Mi actitud, mi sonrisa, mis deseos de salir adelante y volver a caminar. Todo eso se perdió.

Todo se había roto, solo con una simple e inútil llamada. Mi manera de ser, volvió a ser una completa mierda.

Todo el día, cada hora, cada minuto y cada segundo era una completa pesadilla para quienes me rodeaban.

Los quería a todos, pero lejos de mi. Todo volvió a ser gris, el sol parecía ya no querer dar ni uno solo de sus rayos en mi ventana y los pájaros parecían querer huir.

Yo también quería, yo también anelaba huir. Lejos, lejos muy lejos donde nadie, absolutamente nadie me encontrará.

¿Por qué? ¿Por qué cada vez que mejoraba tenia que caer de nuevo? Dicen que las personas tienen un balance, así se podrán mantener estables, entonces, ¿Cuál es mi balance? ¿Por qué en aquella balanza de mis emociones no se mantenía estable?

Jungkook, Jungkook me sacaba del abismo y me volvía a empujar a él. ¿Por qué? Yo no quería volver a caer, pero ahora, ahora no me quedaba de otra que acostumbrarme de nuevo al frío y oscuro abismo.

Ya no iba a querer salir de ese abismo por mucho tiempo, tenía tanto miedo, miedo a querer volver a salir de allí.

Jungkook no había vuelto desde aquel día, el día en el que entro como loco a mi habitación.

«—Quiero que te vayas- Murmuré, con mi vista perdida en un punto fijo

—Dime por que actúas así- Sentía su mirada puesta en mi- ¡Joder Yon! ¿¡Qué fue lo que hice!?

—¡Dijiste que vendrías!- Grité, si él podía gritar yo también- Pasaron horas sin saber de ti- Lo miré, al fin lo miré- ¡Creí que te había pasado algo!

—Yon...

—Así que te llamé- Suspiré- Te llamé completamente preocupada, pero después esa chica contesto y dijo que te estabas duchando- Reí con ironía- ¿¡Te das cuenta!? ¡Mientras yo me sentía morir de preocupación de no saber donde estabas! ¡Tu... Tu te estabas revolcando con otra!

—¿¡En qué te afecta eso!? ¡Dime! ¿¡En qué mierda te afecta!?- Una lágrima se deslizó por su mejilla

—En que quedaste en venir por mí- Dije entre dientes- Y tu me dejaste plantada

—Lo olvide, te lo dije- Habló un poco más calmado

—Gracias por recordarme que no soy tan importante, no soy importante pues es muy fácil olvidarse de mí- Trató de hablar pero yo se lo impedí- Largo de aquí

—Yon...

—¡Largo de aquí y jamás vuelvas Jeon Jungkook!»

Y así lo hizo, no ha vuelto y es lo mejor. No quería verlo ni en pintura.

No sabía que estaba haciendo y de solo ponerme a pensar que tal vez estaría con aquella chica, disfrutando de la vida, hacia que mi corazón se apretará con fuerza y unas inmensas ganas de llorar se hicieran presentes.

—Hija- Mamá había estado hablándome, sin embargo yo no prestaba mucha atención- ¿Por qué no vamos al parque?

—Madre, no quiero sonar grosera pero no deseo salir a ningún lugar- Le dije, sin despegar la mirada de la ventana

Me encontraba al lado de esta, en mi silla de ruedas, mientras mi madre cepillaba mi cabello y el disco de vinilo reproducía “Für Elise” de Betoven.

—Por favor, cariño- Insistió- Eso te hará bien

—Madre no....

—Hazlo por mí, ¿Sí?- Suspiré

—Bien- Asentí y esta susurró un “Yes”

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El aire fresco golpeaba mi rostro, no era un viento fuerte pero si movía mis cabellos.

Mi madre no dejaba de suspirar y decir que el día era muy encantador. Para mi no lo era, solo era un día más, un día muy estúpido.

Levante mi vista y fue lo peor que pude hacer, pues él estaba allí, con aquella chica, tomados de la mano.

Quería llorar, quería llorar y sentirme pésimo por no poder ser esa chica, la chica que caminara a su lado, tomada de su mano.

Y entonces su mirada se posó en mi, la sonrisa que tenía en sus labios se borró y me sentí más mal.

Yo solo deseaba ser la persona que creará su sonrisa

Shadows of the past || Jungkook ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora