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✨ 5 años 🌈✨

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— ¿Podemos escucharlo otra vez? — preguntó el pequeño Jeong-in mientras jugaba con sus dedos.

Había pasado mucho tiempo desde que Youngjae no había visto a sus padres por lo que se decidió el día en el que se juntaran. Como a ninguno le gustaba el silencio durante un viaje, decidieron colocar música.

— Por supuesto, tesoro — contestó Youngjae mientras colocaba nuevamente la canción que había pedido su hijo.

Muchos sueños tengo yo
que quisiera realizar,
bellos sueños y deseos
que yo quisiera lograr...

El bolsillo mágico,
todo vuelve realidad,
por el cielo libremente me gustaría volar...

JaeBeom veía al pequeño desde el retrovisor, observando como bailaba en su silla azul y cantaba su canción favorita. Ya era la quinta vez que colocaba la misma canción, pero eso no era de importar.

El gato cósmico te puede ayudar.

— ¡Hola como están amiguitos! — exclamó el pequeño mientras alzaba sus manitas.


Si, si, si, todos queremos al Gato cósmico...
Si, si, si, todos queremos al Gato cósmico.

El viaje terminó fuera de una gran casa blanca con un jardín delantero hermoso con bellas rosas. Unos pequeños recuerdos llegaron a la cabeza de el castaño; recuerda su niñez con claridad junto a su hermana mayor, las veces que se peleaba con ella o reía por cosas absurdas, todo fue feliz y tranquilo hasta que llego en la adolescencia donde descubrió que era homosexual.

— ¡Mira papi! Hay un parque justo ahí — apuntaba el pequeño desde la ventana hacia el pequeño parque con variados juegos que quedaba cerca de la casa de los abuelos — ¿Podemos jugar en los juegos? — preguntó.

— Por supuesto — contestó Youngjae mientras demostraba una sonrisa triste; estaba perdido en sus pensamientos.

Hasta que sintió una mano cálida sobre la suya brindándole atención. Su mirada conecto con los ojos rasgado oscuro quien lo miraba con tristeza.

— ¿Estás seguro que quieres hacerlo? — dijo con una voz ronca y baja. Sabía muy bien lo difícil que era para su novio volver a encontrarse con su madre quien siempre le dio la espalda en su decisión de adolescente.

— Si — contestó — Después de todo, ellos nos invitaron. No puedo ser grosero — dijo antes de besar la mano de su amor y bajarse del auto, abriendo la puerta en donde iba el pequeño azabache para bajarlo de su silla azul. — Vamos cielo, los abuelos quieren verte — tomó su manita y espero a que su novio bajara del auto y así juntos entrar a la casa.

Colocó el seguro y entraron al hogar.

El ambiente era cálido tal y como lo recordaba Youngjae, ha excepción de algunas cosas que estaban fuera de lugar como los nuevos muebles, fotos colgadas en las paredes y el color nuevo del interior. En una de las habitaciones salió un hombre no tan alto vestido de prendas ligeras, su cabellera era oscura y ojos almendrados como los de Youngjae.

¡𝐏𝐚𝐝𝐫𝐞𝐬 𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐢𝐳𝐨𝐬! (𝟐𝒋𝒂𝒆) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora