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✨ 14 años ✨🌈

[......]

Los cambios de la casa no era lo único visible; Jeong-in había crecido en este último tiempo lo cual era muy bueno para su salud, sus ojos rasgados ya eran más parecidos a las de JaeBeom junto a su cabellera que con el tiempo se volvía más oscura, el pequeño más de una vez le había pedido a Youngjae que le tiñera la cabellera pero, siempre era un "no" como respuesta porque aún era muy pequeño para hacer eso y además, la escuela no se lo permitiría. JaeBeom comenzó a dejarse la cabellera larga, le llegaría a los hombros en este momento si no fuera por Jinyoung que intento cortarle solo las puntas pero terminó cortándole la mayoría de cabellera, dejándolo con un peculiar peinado que solo era largo de atrás y corto a los lados y, Youngjae no tenía tantos cambios, hubo un tiempo que se tiñó azul la cabellera pero se arrepintió en poco tiempo dejándolo a la normalidad.

La familia se encontraba sentada en la mesa, almorzando algo delicioso que había preparado JaeBeom, lo cual era muy bueno en la cocina.

— Cielo ¿Qué tienes? — preguntó Youngjae mirando a su hijo. Hace unos momentos había notado que el chico no había ni probado la carne que tenía en su plato — ¿Por qué no comes?

— ¿E-Eh? — balbuceo distraído — No tengo hambre — contestó sin darle una mirada a Youngjae.

— Jeong-in, debes comer — habló esta vez JaeBeom — Te harás más fuerte si comes correctamente, no puedes saltarte las comidas.

— Es verdad — dijo el castaño — Además, es tu plato favorito ¿Por qué no comes?

— Comeré después — contestó el chico antes de dejar los palillos aún lado y levantarse de la silla — Permiso, tengo que hacer mi tarea de matemática — dijo como su última palabra antes de irse a su habitación.

Youngjae no era el único que estaba sorprendido por el comportamiento de su hijo, JaeBeom también se encontraba preocupado.

— ¿Tienes idea de lo que le ocurre? — preguntó JaeBeom a su esposo.

— No lo sé ¿Qué es lo que le molesta? — contestó confuso — Iré a ver que sucede — dejo el utensilio y se levantó de la mesa para ir a la habitación de Jeong-in.

JaeBeom terminó solo en el almuerzo, confuso y un poco molesto. Pero después de un rato, la pequeña Coco se le acercó para pedir algo de comida con sus tiernos ojos brillantes.

Los minutos no fueron tan largos como había creído JaeBeom que seguía esperando y comiendo solo en la mesa hasta el regreso de su esposo e hijo. Youngjae no dijo ninguna palabra, solo se sentó a terminar de almorzar y, en tanto Jeong-in se encontraba con las mejillas ruborizadas y parecía muy nervioso y distraído. Nadie siguió hablando del tema hasta terminar el almuerzo, el chico fue el primero en levantarse para ayudar a recoger los platos sucios y llevarlos a la cocina antes de ir a sacar a pasear a Coco. Dejando solos a sus padres.

— ¿Todo bien? — rompió el silencio mientras limpiaba los platos con la ayuda del castaño — ¿Ahora sabes lo que le ocurría?

— Si, ya me lo dijo — contestó mientras soltaba un suspiro de cansancio.

— ¿Y...? ¿Qué ocurrió? — El castaño quedó inmóvil y comenzó a sentirse nervioso. — ¿Cariño?

¡𝐏𝐚𝐝𝐫𝐞𝐬 𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐢𝐳𝐨𝐬! (𝟐𝒋𝒂𝒆) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora