¡𝐏𝐚𝐝𝐫𝐞𝐬 𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐢𝐳𝐨𝐬! (𝟐𝒋𝒂𝒆)

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Cuando el sol estaba vivo en los cielos solían ser días apacibles, para algunos sería algo pesado y molesto debido al trabajo o la escuela para los más jóvenes; En cambio la noche, la oscuridad domina dejando despierta a la luna llena iluminando con su clara luz, algunos disfrutaban el momento para descansar en paz y otros, para divertirse.

Las noches eran las mismas según JaeBeom, dejó de sentir diversión hace unos meses atrás cuando tuvo un incidente con un estudiante por lo que recibió su castigo prohibiéndole su diversión, al principio fue una tortura pero eso duro poco en cuando comenzó acostumbrarse a la tranquilidad y un poco de soledad que tenía. Solo era el y la luna.

— ¡Vamos, hombre! — animó el castaño sacudiendo el cuerpo del azabache — No seas aburrido.

— No iré — mantuvo su palabra.

— ¡Por favor! Tú castigo terminó hace meses, deberías estar feliz de la libertad — proclamó — Además, tus padres dijeron que si podías ir.

— Eres fastidioso — frunció el ceño mientras cruzaba los brazos — ¿Qué edad tienes? ¿5 años? No seas molesto.

Jackson realizó un pequeño berrinche antes de recostarse en la cama del chico. La habitación no era tan pequeña como creía ya que ambos caían cómodamente, era posible decir que podían estar 5 personas en la habitación y aún sobraría espacio.

— ¡Por favor! — exclamó — No irán muchas personas, será algo tranquilo..

— Si tanto quieres ir ¿Por qué no vas solo? — cuestionó fastidiado.

— No me gusta ir solo a las fiestas — contestó mientras hacía un pequeño mohín — Quiero que vayas conmigo.

— Pues que mala suerte porque no iré — dijo.

Jackson realizó un gesto de tristeza, guardando sus palabras. Cerró los ojos y pensó.

— Deberías salir, solo una noche — insistió — Solo relájate está vez, luego volverás a tu pantano y dejaré de molestar — propuso.

JaeBeom lo juzgo con la mirada probando la verdad en su palabra. Jackson solía ser un chico muy extrovertido, molesto para el y muy infantil la mayoría del tiempo, pero una un chico sincero eso era de seguro. Si llegara el momento de mentir sería una ocasión especial o, de vida o muerte.

— Una noche — dijo derrotado, Jackson al instante comenzó a celebrar mientras brincaba felizmente por su gran victoria — ¿Por qué quieres ir tanto a esa fiesta?

— Porque estará el chico que me gusta — contestó — Trataré de conquistarlo con mis encantos — dijo confianzudo de su plan.

JaeBeom solo rio en silencio mientras se arreglaba la cabellera y las prendas que traía puesta listo para ir a tal fiesta. Y en cuanto iba a salir de su habitación, fue detenido por Jackson junto a su cara indignada y confusa.

— ¿A dónde crees que iras? — fue la pregunta.

JaeBeom lo miró con rareza.

— A la fiesta.

El castaño lo miró de pies a cabeza.

— ¿Pretendes ir con esa ropa? — acarició su sien.

— ¿Tiene algo de malo?

— Por supuesto, te ves terrible — confesó — Siempre me pregunté por tus gustos — dijo antes de acercarse al closet y comenzar a buscar prendas.

Torres y torres de sudaderas, pantalones y camisas intentó buscar la mejor; El azabache tenía unos gustos diversos de ropa por lo que era difícil combinar, Jackson insistía en que su mejor amigo hasta para vestirse era raro. Todo terminó cuando encontró una camiseta holgada color gris junto a una camisa ancha de color blanco, finalizando el conjunto con unos pantalones verde oscuro holgados; tomó algunas joyas y se las entrego a su amigo. Si duda esa noche se vería muy guapo. No tardó en colocarse todas las prendas que eligió Jackson, se miró al espejo para acomodárselas y revolver su cabellera.