Capítulo 3

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    El segundo día de clases fue muchísimo más duro que el primero. Debimos enfrentarnos a una actividad individual, que definiría la primera impresión que tendrían los profesores de nosotros como héroes. Y yo no tenía idea de lo que me esperaba.
      —T/A T/N—dijo Isao Miyao, el profesor encargado de la actividad. —Como no dejas de hablar con Ashido, tú irás primero.
       "Mierda," pensé. "Ahora no podré observar a mis compañeros y aprender de sus errores. Dicen que inteligente es quien aprende de los errores de los demás, pero sabio es aquel que aprende de los errores ajenos. ¿Pero qué es una chica charlatana como yo?"
      —No estoy de acuerdo, profesor—dije, rebelándome. Me crucé de brazos. —No quiero ir primera. No es justo. Hagamos un sorteo.
       —Irás primera sí o sí. Ya has descontrolado mi clase, mira a tu alrededor. Todos están charlando. Ven aquí.
       —Está bien—dije, y solté un resoplo.
       Por alguna casualidad de la vida, debí pasar justo frente a Bakugou. Él me susurró:
       —Buena suerte, tonta.
       Rodé los ojos.
       Me acerqué a donde estaba Isao Miyao, cuyo cabello parecía cambiar de color dependiendo de cómo lo golpeaba los rayos del sol. Yo me sentía acalorada con el uniforme azul de U.A.
         —Muy bien.
         —¿Y qué haremos?—pregunté.
          Todos mis compañeros estaban observando, atentos y en silencio.
          —Atácame—me respondió Isao Miyao.
         —¿Así de fácil?
         —Sólo hazlo.
         Solté otro resoplo. Entonces, corrí hacia el profesor y salté sobre él. Me esquivó y se clonó dos veces.  Sus clones me rodearon, y yo recurrí a la geokinesis: el suelo era de arena, por lo que formé bolas con ella y las endurecí hasta que se volvieran firmes como rocas.
        Derribé a sus clones y estos se desvanecieron. Creó a otros cinco, pero yo formé una pared de arena e impedí su paso. Todos se estrellaron contra el muro y se volvieron a desvanecer. Mientras Isao Miyao no podía verme, pues estaba del otro lado, me trepé a la pared y me quedé colgada allí. El profesor dio la vuelta, buscándome con el ceño fruncido. Cuando estaba de espaldas, salté sobre él y lo derribé. Me mantuve arriba suyo hasta que dijo:
       —¡Fin de la actividad!
       Sonreí y me levanté. Le di la mano para ayudarlo a levantarse y él me sonrió de vuelta.
       —Muy bien, T/A—dijo. —Kirishima, eres el siguiente.
       Después de Kirishima, todos los demás alumnos de la clase 1-A se enfretaron a Isao Miyao, uno a uno. A Hisoka también le fue muy bien.
         Sin embargo, algunos desaprobaron. Como mi maldito enemigo.
          Bakugou fue el último en participar, y el peor de todos. El profesor lo destrozó, y yo no podía dejar de reírme. Fue una de las cosas más graciosas que vi en mi vida.
          Cuando terminó la clase, yo estaba tentada y, Bakugou, enfurecido. Parecía que iba a explotar.
           ¡Buena suerte para ti, tonto!

Agridulce [Bakugou x reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora