Me pregunto ¿qué hubiese sido de mi si esa noche de verano hubiese ido lejos? ¿Me conocerían?. Me pregunto tantas cosas, y estoy tan arrepentida de siempre seguir a la razón, de no ser yo, de no tener la fuerza suficientes para dejar en claro lo que quiero. Ha pasado un año, un largo año, tan doloroso. Lo recuerdo como si fuera ayer, tan desalentador, y me siento egoísta, porque su felicidad me lastima, me duele, y lloro, porque no sé si es alguna obra del destino. No sé si yo soy demasiado egoísta o ellos tan afortunados, no lo entiendo, tampoco espero. Pero la sombra de mis miedos es tan grande que ya no sé quien soy. ¿Quién sería si hubiese hecho lo que sentía? ¿Sería más como quiero ser? O ¿Sería más como ellos quieren verme?
Hay tantas cosas que atormentan mi pobre mente, que me alientan a perder la cabeza. El destino es tan impredecible, tan incierto.
Oh, Dios, si existes, quítale a éste pobre alma la fortuna de vivir, porque no lo quiere y tampoco lo necesita.
ESTÁS LEYENDO
Escritos en una misma noche
ŞiirVivamos en la oscuridad como estuviésemos en la luz y disfrutemos el dolor como si fuese la felicidad.