Linaje. (WIP)

Capitulo 11.

CAPITULO 11

Ciudad de Tartu.

Actualidad.

Se encontraban en el apartamento del profesor Ackles, donde había sugerido que resultaría más cómodo para ambos hacerle varias preguntas sobre su amigo Singer."¿Qué diablos estoy haciendo aquí?"

Jared había esperado en silencio mientras el profesor preparaba café para ambos. Su mente continuaba burlándose de su presencia allí mientras intentaba centrarse en los detalles, ignorando el conjunto que parecía igual de tentador, o más, que el día anterior. No había dejado de reflexionar sobre la situación en la que estaba, después de aceptar que su imaginación se hallaba sobrecargada con imágenes del maestro, comprendió que necesitaba volver a verle. Quizá estaba actuando en contra del sentido común, pero había decidido que la primera vez no había estado preparado para sentirse tan atraído. Ahora era diferente, ya sabía que esperar y podría controlarse. Si mantenía sus deseos sujetos aún podría continuar con sus planes iniciales.

Pero todo aquello había resultado mucho más convincente antes de entrar en la sala del hombre y tenerle a pocos metros provocándole con su cuerpo. Jared admitió que en realidad Jensen no estaba haciendo eso, solo estaba allí de pie preparando un café, pero no había duda sobre lo provocador que eso resultaba. Intentó concentrar su atención en el café que éste preparaba, el aroma ya había alcanzado su olfato y parecía apetitoso. Una cafetera en su despacho era un dato interesante sobre el hombre, pasaba mucho tiempo en el lugar sin duda, y mucho de ese tiempo deseaba estar despierto, "adicto al trabajo, o tan apasionado por éste que ocupa gran parte de su tiempo", almacenó la información con lo que había deducido de su clase anterior.

Le gustaba lo que todo ello suponía: un hombre que amaba tanto su trabajo, que le dedicaba tanta atención... a pesar de su obvio atractivo físico, probablemente no dedicaba mucho tiempo a relacionarse con otras personas, fuera de sus colegas de investigación y los estudiantes claro. Eran buenos indicios, probablemente no tendría una gran vida social, pocos amantes, del sexo que fueran... buenos indicios pensó, intentando convencerse de que su satisfacción provenía tan solo de las necesidades que imponía su misión y no de sus deseos personales. Ackles le estaba observando con expresión serena pero curiosa, se inclinó para recoger el café con el que el profesor le había obsequiado y realizó su primera pregunta.

-¿Conocía bien al profesor Singer?

El maestro asintió, una leve, tan leve que resultaba casi imperceptible, mueca tensó la comisura de sus labios, Jared intuyó que bajo su fachada de calma se sentía realmente afectado por lo sucedido con su colega.

-Singer era adjunto del departamento de Historia, hacía un par de años que consiguió la cátedra, llevaba varios años trabajando con él en el yacimiento de Roana, en realidad fue gracias a él que fui destinado a las ruinas, algo que no podré agradecerle nunca lo suficiente.

Jared asintió fingiendo que entendía su pesar, aunque todas sus emociones se hallaban demasiado focalizadas por sus sentidos para empatizar realmente con la tristeza del maestro.

-¿Cómo describiría su relación con el fallecido?- Ackles alzó una ceja algo sorprendido pero lo disimuló de inmediato para responder a la pregunta

-Además de un mentor en el ámbito profesional, sin duda era un amigo, un buen amigo

-¿Entonces considera que estaba cerca de él en lo personal?.

El profesor pareció meditar la respuesta y se inclinó para coger su taza caliente, Jared le vio soplar suavemente sobre el café y se sintió hechizado por el movimiento de sus labios. De los cafés humeantes que descansaban entre ambos hombres surgía una pantalla sutil de humo que parecía alzarse entre ambos. Tragó en seco sintiendo la garganta áspera, deslizando su mirada por el rostro del maestro hasta posarse en los labios entreabiertos, ignorando cómo disimular lo subyugado que se sentía. Ackles parecía tan abstraído por sus pensamientos que pareció no advertir su escrutinio, y Jared lo agradeció porque no habría podido apartar sus ojos de aquella boca hiciera lo que hiciera. Al fin el profesor probó su bebida y pareció hallarla algo caliente aún, para contrarrestarlo se lamió los labios con la lengua en un movimiento rápido que aturdió al detective.