Capitulo 14

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CAPITULO 14.

Yacimiento de Roana. Afueras de Tartu.

Actualidad

El chico sonreía mirándole y Jensen se revolvió incómodo, sabía que debía haber cortado aquello de raíz mucho antes. Su rostro se reflejaba borroso en la superficie del metal y se observó de reojo. Sabía que, en general, se le consideraba un hombre guapo. Lo había escuchado tantas veces que había acabado por añadirlo a la lista de características que formaban su imagen externa. Pero nunca entendería porque alguien podía obsesionarse con su apariencia física. Un rostro hermoso nunca dejaría de ser un conjunto de rasgos más o menos agradables. Incluso ahora, que por primera vez podía entender mucho mejor la pasión, seguía sin entender la fijación enfermiza que había despertado en el pasado. Miradas como las de aquel muchacho le provocaban una sensación de aprensión. Le recordaba la lista, que siempre sería demasiado larga, de ex amantes que habían desarrollado un comportamiento obsesivo hacia él. Incómodo miró al muchacho que seguía sus explicaciones con una expresión absolutamente embelesada. Aquel tipo de reacciones le hacían mantenerse alerta. Había visto cambiar miradas similares de un modo aterrador. Demasiado consciente de estar librándose de él, le encargó llevar los restos recogidos en el pozo al laboratorio de la universidad, Brock se mostró entusiasmado por ello y, apenas le vio subir a su vehículo, respiró aliviado ante las risas condescendientes de Rachel y Danneel. La morena observó con sorna.

-Deberías dejarle claro que no hay nada que hacer. – ambas afirmaban encontrar aquel tipo de conducta entrañables, Jensen se mordió la lengua para no replicar lo realmente deseaba y se limitó a encogerse de hombros evadiendo la cuestión. Pero Rachel no lo dejó estar, no habría sido propio de ella hacerlo.

-Venga, Jensen, ¡seguro que has tenido que decepcionar a muchos otros antes, deberías tener algo preparado para esas ocasiones! –le picó ante las risas de Danneel. Jensen las observó con un poco más de atención. Ambas parecían más agresivas que de costumbre. Las dos le habían hecho insinuaciones en el pasado y había intentado ser amable al rechazarlas. Pero, aunque no podía quejarse de su conducta a nivel profesional, sentía que ninguna había olvidado del todo el asunto. A veces tenía la sensación de que le lanzaban todas aquellas pullas cuando era un hombre el que le iba detrás con algo de esperanza. Se preguntó si verle interesado por alguien de su mismo sexo les facilitaría sentirse menos rechazadas. Decidió que, si suavizaba la agresividad que a veces le dirigían, valía la pena intentarlo. Ambas eran buenas en su trabajo, tenían experiencia y no les importaba trabajar duro por poco dinero. La arqueología, a menos que te llamaras Zahi Hawass y fueras egiptólogo, no daba para vivir. Ser profesor solía ser la fuente de ingresos principal de sus colegas. Le gustaba, en términos generales, trabajar con ellas, excepto cuando parecían decididas a usarle de saco de púgil solo porque no había aceptado salir con ninguna de las dos.

-Bueno, podría decirle la verdad, que me interesa otra persona, pero no me gusta compartir mi vida privada en el trabajo- comentó esto con obvia ironía, ya que, obviamente, eso era lo que estaba haciendo. Un segundo después ambas estaban a su lado mirándole con interés, Jensen había calculado muy bien su reacción porque lo primero que salió de la boca de Danneel fue:

-¿Hombre o mujer? – Jensen suspiró, sacrificar un poco de privacidad por el bien de la armonía laboral sonaba razonable. Así que, rechazando la incomodidad que le hacía sentir hablar de ello, les confirmó lo que deseaban oír.

-Hombre- observó el cambio inmediato que se produjo en sus rostros, ambas sonrieron encantadas intercambiando una mirada entre ellas que claramente implicaba un "te lo dije" que hizo que Jensen sonriera por dentro. Parecía mejor callarse el hecho de que toda su vida había sido predominantemente heterosexual, exceptuando un par de aventuras puntuales. Tres contando a Jared, si se podía contar. Sin embargo le dejó un poco perplejo como de pronto las dos pasaron de aquella actitud pasivo agresiva, que tanto le molestaba, a comportarse como protectoras hermanas mayores. Sinceramente, en ocasiones así, esperaba con toda honestidad enamorarse de un hombre, en general parecían mucho más fáciles de entender. Al menos la mayoría. Eso le llevo a su problema con Jared y antes de darse cuenta de lo peligroso que podía ser eso, se encontró contándoselo a ambas. Le dejó consternado la reacción de las mujeres.

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