ETERNAL

Capítulo 19 "Ausencia"

Las conexiones entre las almas conformaban la vida ante sus ojos dorados. Expresión final de su figura que se reconocía a si mismo en las ropas de aquel espadachín por el que se había mantenido verdaderamente vivo, la persona que realmente era...

Había tenido que pasar por tanto para finalmente llegar a tal conclusión. Las heridas dolían... y jamás desaparecerían mientras se formaban cicatrices en su piel y corazón, pero eso no podía significar nada más... que había realmente pertenecido a este mundo... formando parte de él como un ser humano más, sin importar la realidad de su origen como un clon o un ángel... Había logrado vivir... disfrutar y sonreír... y aunque llorara, todo aquel sufrimiento habría valido la pena por el simple hecho de poder crear memorias... en si mismo y en los corazones de las personas que le rodearon.

Durante todo su arduo recorrido, se lo preguntó... día con día. ¿Por qué a él?... Pero la respuesta estaba tan clara que ahora podía aceptarla...

Por ella...

Y precisamente por ella todo el odio desaparecería... porque no había nada más importante que su felicidad, por la cual intercambió su propia vida.

SWORD ART ONLINE

ETERNAL

Capítulo 19 "Ausencia"

A pesar de que careciera de un cuerpo físico, la materialización de sus pensamientos lo llevaban a yacer sentado en la cima del edificio donde todos esos meses se mantuvieron escondidos, iluminado bajo la luz de la luna que abrillantaba un tanto más su mirada, misma que se movió al frente, siguiendo el recorrido de las tres personas que salieron del lugar en la planta baja.

Eugeo que llevaba en brazos a Kuron y Asuna que caminaba tras ellos despacio. Al verla sintió la necesidad de moverse, por lo que se puso en pie, pero lo único que logró hacer fue sonreír con resignación, ya no estaban en el mismo mundo... pensamiento que no dejaba de destrozarlo y aunque su corazón entero le ordenara que se moviera y fuera por ella, su alma finalmente había despertado... y entendía que las cosas habían cambiado... Ya había pasado por lo mismo una vez... ser un ente externo al mundo de los humanos y acercarse demasiado a uno... a ella... lo llevó a perderse a si mismo como solía ser... pero despertar a su nueva humanidad. ¿Pero en ese caso que podía esperar?... Ya lo había perdido todo...

Sin embargo, la sorpresa lo invadió una vez más, al notar como las personas a las que veía desde la distancia se detuvieron, ante el paso del rubio, que volteó directamente hacia él. ¿Lo había visto?... ¿Acaso... todas esas sensaciones que inundaban su pecho en dolor e inseguridad eran por él?...

El rubio sonrió, ante el espanto del ángel negro.

—¿Eugeo—kun?... —lo llamó la Yuuki al verlo en tal extraño estado, por lo que volteó en la dirección que observaba, pero no logró ver nada.

—¿Eh?... —pareció despistado por un segundo.

—¿Qué mirabas?...

—Nada... disculpa, me distraje por un segundo... Tieze, debe estar por llegar... —con la mención, el pequeño auto azul que venía en carretera, empezó a disminuir la velocidad y encendiendo las luces de estacionamiento se aparcó frente a ellos.

Los ojos ambarinos observaron como el hermano de su amado, acomodaba a aquella persona que solía ser él en la parte trasera del auto, para entonces ser invitada a subir, pero sentía que, si llegaba a subir... sería como abandonarlo, a pesar de que fue él mismo quien se marchó. No iba a resignarse... por lo que dando un paso atrás con las lágrimas escapando de su mirar, le sonrió agradecida.

—¿Estás segura?...

—No puedo irme... él sigue aquí... puedo sentirlo.

—Él ya no está... Asuna... Viste lo que sucedió... por mucho que duela... por mucho que yo mismo me resista a creerlo...