ETERNAL

Capítulo 7 "Reencuentro"

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ETERNAL

Capítulo 7 "Reencuentro"

Caminar a las orillas del mar, mientras las pequeñas olas casi esfumándose entre la leve espuma que apenas la rozaba, podía expresar el sentimiento de duda que se aferraba dentro de su pecho. El hecho de por un momento estar... y al siguiente no...

¿Dónde estaba?... ¿A dónde pertenecía?... Si cada vez que cerraba los ojos, solo pensaba en su sonrisa... en cuánto deseaba volver a verla...

Sus ojos... las hermosas perlas de reflejos azulinos, que no veía desde hace tanto...

Su voz... melodiosa poesía que circulaba en sus recuerdos, alimentada por aquel último mensaje que le mandó. Y que escuchaba casi a diario...

Todas, piezas de lo que su corazón trataba de mantener armado como persona... a su amado, postrado en aquella cama, indolente por más de año y medio. Habiéndose llevado consigo aquel misterio que jamás le reveló.

Se agachó juntando sus rodillas a su pecho, mientras veía como algunos caracoles habían quedado enredados en la arena a su paso. Le habían dicho, de manera muy directa que no hiciera ilusiones de aquel acontecimiento, que seguramente se trataba de un reflejo, de sus músculos... la electricidad...

Cerró los ojos tratando de no pensar en que las palabras de los profesionales podían ser ciertas. Quería con todo su corazón aferrarse a la posibilidad que aquel movimiento, fuera... algo más.

El día anterior... al entrar a la habitación de su amado, con el acostumbrado ramo de rosas para hacer el cambio, dejó caer las flores por el impacto que se llevó a la vista. El brazo de su amado estaba levantado, mientras sus dedos temblaban cual el esfuerzo que hacía al mantener aquella posición fuera de lo más extenuante.

—¡Kirito—kun! —corrió a su lado, esperando encontrarlo despierto, pero, no había señales de aquella preocupación que exteriorizaba su brazo, en su apacible rostro.

Tal vez... el progreso en el tratamiento experimental, finalmente estaba notándose más allá de la leve recuperación que había notado en él, durante esos meses, como el hecho de que si bien, no ganaba peso, tampoco lo perdía, permaneciendo en aquel estado famélico y al establecer su estado de coma, intentar suspender la ventilación mecánica, extubándolo por tres horas de observación, permaneciendo estable todo el proceso. Estaba vivo... y recuperándose... por lo menos su cuerpo, era cuestión que su alma lo comprendiera.

Por lo que le hablaba todo el tiempo... mientras ayudaba con los ejercicios para evitar el entumecimiento de sus extremidades, agradeciendo al tratamiento aquel colchón especial, que impedía se formara escara alguna en su piel.

—Debo irme ya... —Miró su reloj. Esa tarde había decidido que tomaría la palabra de sus amigos... y se dejaría la tarde para ella... una vez que no fuera a verlo... no estaría tan mal... ¿verdad?... No podía engañarse con aquel pensamiento. Si él iba a despertar... ella debía estar ahí, para se sintiera esperado y necesitado.

Tomó sus zapatos y caminó rápidamente fuera de la zona de la arena.

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Se le había hecho tarde, mucho más que otros días en los que al salir de la escuela, iba directamente a verlo, por lo que pasó un tanto apenada frente a la estación de enfermería, al ver que había llegado casi a la hora de la cena.

—¿Ya cenaste, Asuna-chan? —Le preguntó la que parecía estar a cargo, la conocían por todo el tiempo compartido. Y su rostro seguramente afirmaba que moría de hambre. —Toma, como siempre pedimos unas cenas extra por si tenemos ingresos, pero si no comes, tú serás uno de ellos, así que adelante.