Zee estaba muy preocupado por Rayo, el pobre animalito no quería levantarse de su cama de heno y salir a correr en el cercado, además de que ya no relinchaba feliz y apenas comía.Este sabía de sobra lo que le sucedía, porque él también lo sufría en su propia carne pues el potrillo echaba mucho de menos a su amiga y compañera de juegos.
La pequeña Anne se había convertido para Rayo en algo tan importante como para no importarle morirse de hambre, ni de tristeza y el alfa solo deseaba que aguantase hasta que ella regresara.
Sabía que la pobre seguro se llevaría un gran disgusto si algo le ocurría al animalito pero si tardaban más en regresar eso sería inevitable.
Y aunque el veterinario le había dejado unas vitaminas y otros complementos para que aguantase y aunque el alfa se pasaba noches y días velando su salud, cada vez tenía menos esperanzas de que este sobreviviese.
...-Vamos amigo, resiste un poco más, no querrás causarle ese dolor a la pequeña...Tranquilo, ella volverá, no te preocupes- le repetía hasta el cansancio, mientras le acariciaba la cabeza y el lomo, aunque parecía no surtir algún efecto en él.
El omega y su pequeña llevaban ya cerca de las tres semanas fuera pues al parecer sus vacaciones se estaban alargando y aunque el alfa confiaba en su pronta vuelta, no podía evitar temer que Saint se hubiese arrepentido y decidiese quedarse en la ciudad.
Era muy duro ver a Rayo allí tirado en la cuadra, triste, casi sin fuerzas y sin apenas vida, Zee recordaba con la ilusión con la que lo había comprado, una mañana que fue a la feria del pueblo y lo había visto junto con otros en la exposición.
Sin duda era el potro más hermoso que había visto en su vida y algo en su interior le había dicho que tenía que llevárselo a su granja, verlo crecer y convertirse en un poderoso y precioso semental pero al parecer eso ya no iba a poder ser.
Una mañana más, al amanecer y pese a todos sus esfuerzos, el alfa regresó a casa bastante cansado y abatido, no confiaba en que el caballito llegase a superar un día más y no podía dejar de imaginarse la cara de la pequeña niña, al encontrarse con el triste final de su fiel amigo de cuatro patas, cuando regresara.
Ya rondaba el medio día cuando de repente escuchó desde la leñera, donde estaba cortando y almacenando para el invierno, unos gritos y risas en la parte delantera de su granja.
Caminó hacía allí y a lo lejos vio un coche muy lujoso de donde se habían bajado Saint y Anne, que traía un perro en sus brazos y que soltó pues a pesar de ser un cachorro apenas podía con él, además también se bajó un tipo que parecía ser un alfa muy adinerado, que hizo que el moreno sintiese una punzada en su corazón.
-¡Zee!....¡Zee!...¡hoolaaa, ya hemos regresado!-gritó la niña feliz, mientras corría hacia él con sus brazos abiertos y seguida del perrito.
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14. Esperando a mi omega -Parte Tres -Zaintsee -Omegaverse Terminada
FanficEsta es la tercera parte de la historia. Zee Pruk es un temible alfa multimillonario y muy poderoso. A lo largo de su vida se ha ganado muchos enemigos y también a levantado muchas envidias. Un día todo cambia y de un momento a otro se encuentra sol...