• Capítulo 15 •

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“Noticias”

Era obvio que ni Bruce ni René iban a quedarse de brazos cruzados.

Al día siguiente, alrededor de las dos de la tarde Bruce llegó con una orden del juez para ir por nosotros, pero no contaba con que una gran cantidad de gente se encontraba alrededor de la mansión.

Tenían carteles y estaban protestando. ¡Protestando! Estaban hablando por nosotros y por ellos, no dejaban pasar a Bruce y sus oficiales.

Las noticias estaban inundadas de los últimos acontecimientos, y en cualquier canal aparecían nuestras fotos o decían nuestros nombres.

Gracias a toda esa gente que no dejó a Bruce pasar fué que nosotros seguíamos libres.

Los gritos eran lo que más predominaba afuera, algunos como “si arrestan a los hermanos, nos arrestan a todos”.

–¿Ya encontraron algo?– preguntó Yang Carlo.

Mientras afuera sucedía todo, nosotros estábamos buscando alguna cosa sobre René en la mansión de Foster.

–Nada aún.

–Encontré estos papeles. Son del fraude que le hizo René a Foster– dijo Nath.

–Si... Creo que esto nos servirá– dije.

–Y aún no se cansan ¿eh?

No sé cuánto tiempo llevaban gritando y ojos azules comenzaba a cansarse de la situación.

–¡Samantha!– gritó Bruce. Esto provocó que la mayoría se callara– solo quiero hablar con ustedes.

Entrecerré mis ojos observando a Bruce desde la ventana, buscando algún movimiento o gesto que me dijera que estaba mintiendo pero nada.

–¿De qué querrá hablar?–preguntó Lucy.

–Tendremos que averiguarlo.

Abrí la puerta principal y cuando nos vieron hubo un silencio incómodo que solo duró unos segundos, pues las personas siguieron gritando que no dejarían que nos llevaran.

–Estoy muy agradecida con este gesto que tuvieron con nosotros– les dije a todos– pero si el señor Bruce quiere hablar conmigo entonces que hable.

Bruce se abrió paso entre la multitud llegando hasta mi, le hice una seña para que entrara a la casa.

–Pude arrestarlos sin esa orden, ¿lo sabían?

–Si, pero no me digas que lo de la orden y propiedad privada no sonó convincente– le dijo Luke con una sonrisa.

–Me encantaría saber por qué no entraste por nosotros– le dije.

–Deben agradecérselo a su amiguito Markus.

–¿Markus? ¿Qué tiene que ver él en todo eso?– preguntó Nath con el ceño fruncido.

–Es amigo íntimo de otro miembro del Parlamento, tienen su protección y la de la gente. Si los arrestamos lo más probable es que haya protestas y ahora mismo no nos conviene nada de eso.

»Han amenazado de muerte a René, Foster y a mi. Así que aún no serán arrestados, aún así toda la policía tienen sus ojos en ustedes.

–Lo sabemos... Se ve que eres un hombre inteligente Bruce, y que no te gusta mucho este asunto de las mentiras, pero te estás convirtiendo en una espinilla en el culo, y esas son las que más molestan, ¿me sigues?– él me sonrió cuando terminé de hablar.

–Solo hago mi trabajo, no quiero morir al menos por ahora. No estoy de su lado, y si por mi fuera en este momento sacaría una pistola y les dispararía a todos ustedes.

–Pero estás aquí explicandonos lo que está pasando.

No dijo nada más solo sonrió y se dirigió hacia la puerta.

–Por cierto. Maximiliano está en la parte de atrás esperando a que le abran, espero que René no se entere sino habrá problemas.

Le hice una señal a Harry para que fuese a la parte trasera y el obedeció.

Bruce abrió la puerta, y en cuanto lo hizo un tomate impactó en su cara. April y yo soltamos una carcajada.

–Tenga cuidado oficial, la próxima podría ser un pastel– le dijo April a lo que él respondió enseñandole el dedo medio provocando que ella riera aún más.

–Un "¿te ayudó a limpiarte?" Se hubiera escuchado mejor– comenté.

–¿De qué hablas?

–Uy, a April le gustan los chicos malos– se burló Jacob.

–Oh, cállate idiota– dijo con un pequeño sonrojo en sus mejillas.

–¡Papi!

Alex entró corriendo hacia Luke quien lo esperaba con los brazos abiertos.

–Te extrañé tanto mi niño.

–Yo también... ¿En dónde está papá Thom?

–Oh, él... No está aquí cielo– le contestó, provocando que Alex hiciera un pequeño puchero de decepción– pero no te preocupes, él estará aquí muy pronto.

Lo abrazó una vez más antes de que Lucy se lo llevara a otra parte de la mansión.

–Espero que estés cuidando bien de mi hijo, Maximiliano.

–Por supuesto que lo hago. Es un niño muy dulce.

Me vió con una sonrisa y se acercó a mi para abrazarme.

–Me alegra que hayas salido de ahí.

–A mi también.

–No es por ser grosero– comenzó a decir Yang Carlo– pero... ¿Por qué estás aquí, Max?

–Tengo noticias, es sobre Thomas... Él  está en París.

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Lo siento si es muy corto, la inspiración tomó un pequeño descanso 🥺

Gracias por el apoyo 💕

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Mi dulce maldad  |MDV #2| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora