“Ella”
A lo largo de estos días nos habíamos dado cuenta de dos cosas.
Número uno: René definitivamente estaba amenazando con algo a Foster para que lo ayudara en todo esto.
Número dos: al parecer la idea de hacer algo tan inesperado como adueñarnos de la mansión de Foster, era esperado para René porque no había ni siquiera unos papeles que nos mostraran algo, habíamos encontrado un caja fuerte la cual tardamos un par de días en abrirla y al hacerlo estaba vacía. ¡Vacía! ¿Por qué una caja fuerte, en una mansión como esa, estaría vacía?
–¿Creen que Foster tenga algo de información en alguna de sus otras dos casas?– preguntó Lucy.
–No. En todo caso René sería el que tuviera algo, ¿por qué no vamos al lugar en dónde él se está quedando?
–Bueno, Tara, porque no sabemos en donde está– respondió Jacob encogiendose de hombros.
–¿Y de qué sirve haber escapado de prisión si no hemos movido nuestro trasero de esta casa?– dijo Míriam con un tono enojado.
Mientras ellos seguían discutiendo, yo estaba recostada en el sofá, con mi cabeza en el regazo de Nathaniel y él acariciando mi cabeza. Últimamente no me había sentido muy bien y todo esto, según yo, se debía al estrés.
–¡Aquí está!– exclamó Yang Carlo entrando a la sala con su laptop en sus manos.
–¿Qué está en dónde?
–¡René!
Me levanté de inmediato al escuchar ese nombre, ganandome un pequeño mareo de por medio.
Yang Carlo colocó la laptop en la mesa ratona para que todos pudiésemos ver lo que quería mostrarnos.
Eran una serie de fotografías sacadas tal vez de alguna camara de seguridad, ya que las imágenes estaban algo borrosas, pero podía identificarse perfectamente la cara de René y otro tipo.
–¿Quién es él?– preguntó Thomas.
–Estuve investigando un poco, su nombre es Omar trabaja con la policía cibernética. Supongo que René lo conoce gracias a Bruce.
–¿Por qué René se vería con un oficial?– dijo Kate con el ceño fruncido.
–Tendremos que averiguarlo– contesté.
• • • • • •
Digamos que entrar en una casa de un oficial no era lo mejor que podíamos hacer para mejorar nuestra reputación, pero tampoco teníamos una mejor opción para hablar con él, además de que interrogarlo en su trabajo frente a todos sería como atarnos una soga al cuello.
Su departamento era un enjambre de ratas, en serio, éste señor no conoce el significado de la limpieza, o tal vez trabaja mucho como para no tener tiempo de limpiar. Aún así era asqueroso.
Estaba todo oscuro ya que era de noche, y las luces de la calle eran las que nos iluminaban el camino.
Solo veníamos Like, Kate, Matt y yo, así que nos apresuramos a buscar al policía.
El departamento era pequeño, no tenía muchas habitaciones así que encontramos su dormitorio rápido. Al entrar no estaba nadie, había ropa regada por el suelo y la cama se encontraba destendida.
–Dios– susurré, intentando cuidar en donde pisaba para no encontrarme con algo raro.
Había unas tres computadoras en su escritorio, en una de ellas estaba una fotografía mía.
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Mi dulce maldad |MDV #2|
Teen Fiction"Me quité la corona para protegerla y desate mi maldad para protegerme" SEGUNDA PARTE DE "MI DULCE VENGANZA" Si no la haz leído pásate por mi perfil para que puedas continuar con esta historia. Sinopsis: Los hermanos regresaron y sus enemigos tambi...