♦ 4 ♦ AHORA SOY UN PRISIONERO

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CAPÍTULO 4 / PRISIONERO

REINO DEL SUR

Me encuentro recostado sobre mi cama mientras veo como una criada mueve mis pertenencias y las acomoda en sus respectivos lugares. También me trae nueva ropa, y por supuesto, una serie de fragancias y aceites de flores ya que al parecer hoy será mi primera noche con el príncipe y no puedo recordar que era lo que tenía que hacer exactamente...

<< Estoy perdido >> 

''Joven príncipe. ¿Debería dejarme aconsejarle sobre lo que pasara está noche?''

''¿Acaso tú haz estado con él?''

Pregunte en son de broma, mientras soltaba una risita, porque francamente estaba muy nervioso, tanto que las manos me temblaban ligeramente así que de rato en rato frotaba mis manos unas con otras como si tuviera frío.

Ella me mira y aprieta los labios hasta que estos desaparecen y se convierten en una línea delgada para luego esconder las manos. Esconder las manos era algo peculiar que hacía cuando mentía.

''Si conozco sus gustos. Diría que él príncipe es muy exigente cuando hace ese tipo de cosas.'' 

Está tratando de hablar sobre como es el príncipe en la cama y veo que se contiene al ver mi expresión como si debe parar pero no puede. Debería estar decepcionado por esto, pero en realidad no siento nada. Lo que tengo es terror, ya que después de encontrarnos por primera vez, lo único que hizo fue examinarme con esos ojos de fiera hambrienta para luego ignorarme.

''Seguro debes pensar que esta fue la ceremonia mas lamentable, ¿verdad?'' 

Cambio de tema mientras subo los pies sobre la cama y me tiro de espaldas. Escucho que ella se queda en silencio por un momento para luego contestarme.

''Bueno, no. La verdad es que aquí no se le suele dar mucha importancia a ese tipo de ceremonias. Los compromisos para unir a las personas es más simple todavía. Por lo general no creemos en pertenecer le únicamente a una persona. No creemos mucho en el amor.'' 

Sonríe y continua doblando mi ropa para luego ubicarlos en los cajones del mueble.

''¿Eso es así? Que triste.''

''Si, un poco. Los hombres de este reino se dedican a prepararse desde muy jóvenes para servir de utilidad al rey. Aquí los hombres son caballeros y las mujeres se dedican a servir en el hogar. No hay mucho para elegir, incluso las familias con mas riqueza pertenecen a la caballería real.''

''Parece que no podre encajar aquí''

Suelto un suspiro y me siento otra vez para mirarla. mientras me quedo observando el color de sus ojos. Es como el color de las cobras, un hermoso color que hace que te les quedes mirando a los ojos y muy inusual por estos lugares.

''Entiendo. Se siente triste por dejar su hogar. No se preocupe joven príncipe, terminara acostumbrándose.''

''¿Entiendes? Hago una pequeña pausa y continuo, ''¿Acaso tampoco eres originaria de aquí?'' Me sorprendo un poco o tal vez me siento en confianza por lo que me dice. ''Lo siento, es por el color de tus ojos.''

''Oh, sí. Mi madre me contó que tengo el color de ojos como los de mi abuelo. Parece que mis parientes vienen del otro lado del mar.''

Lin sonríe y me empieza a preparar para lo que sería mi primera noche en pareja. Después de un largo baño, y vestido con un camisón de tela blanca, el cual me llega a las rodillas, me siento en la cama esperando por el príncipe, pero nunca vino. Luego recordé que en estos momentos debería estar en los aposentos de mi hermana, así que me sentí extraño al pensar que después de ella seguiría yo. Como si se tratara de una especie de burla para mi persona, estaría esperando a que el viniera a mí cuando se sintiera cansado de ella. 

¿Un PRÍNCIPE en mi casa? ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora