Pétalo #1

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Hace mucho tiempo, en un prado lleno de flores con colores cálidos y vivos, vivía una jovencita de tercero de bachillerato llamada "Carmelia". Tenía 17 años y le encantaba disfrutar del paisaje de sus alrededores, pero había uno en especial que le ponía la piel de gallina. Se trataba de una colina verdosa, repleta de girasoles, que se podía ver a lo lejos antes de llegar a su casa, mientras un atardecer amarilleaba el cielo con sus colores cariñosos y amorosos. Siempre que se sentía mal o tenía algún problema, Carmelia se dirigía a aquella colina y se recostaba junto a los girasoles, mientras escuchaba al viento viajar hacia el este. Así, ella no se sentía tan sola... más de lo que ya estaba.

Perdió a sus padres cuando cumplió 16 años, y nunca logró mostrarles el momento en que ella se graduaría e iría a la universidad. Es muy triste tener ese remordimiento tan grande dentro de tu corazón, frágil y sensible.

Al pasar algún tiempo, Carmelia se enteró que había heredado todos los terrenos de sus padres. Aquellos eran enormes, tan enormes que podías construir tus sueños en ellos y hacerlos realidad. Pero, Carmelia, quería algo distinto a lo que la gente común pediría. Su meta era sembrar muchas plantas y tener su propia granja, quería vivir entre la propia naturaleza y sentirse libre todo el tiempo. No tendría que preocuparse por lo que los demás piensen, sería solo ella, y la vida.

La Chica de los GirasolesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora