[Hunhan] Luminescent

Consolador (Kai)

Toda la semana sin poder concentrarme bien en ninguna parte. Así llevaba prácticamente desde aquel día de fiesta en la que Sehun me había besado y luego se había largado corriendo. Me sentía confundido porque al notar sus labios suaves sobre los míos me había hecho sentir algo... Aunque de la misma manera que me había gustado besar a chicas me había gustado que él me besara. Normalmente no me gustaba que alguien se me lanzara y fuese yo el sometido pero... Demasiados peros que tenía yo en la cabeza.

El estudioso Kyungsoo que tenía delante llamo toda mi atención. Lo pareciese o no, por como lo trataba, era de mis Hyungs favoritos. Él y Junmyeon, ya que aunque me llevase muy bien con Baekhyun y Chanyeol a veces me daba un tanto de grima estar a su lado. Era difícil estar al lado de dos personas que se llevaban tan bien entre ellas que no necesitaban a nadie más. Era una sensación rara pero la detestaba. Sehun siempre había sido especial. Hacia lo que yo le decía, como si fuese mi esclavo, y además era feliz con ello. Era una pena que hubiese salido de mi campo de control. Dicho así quedaba un tanto extraño, pero es que a mi corta edad no se me ocurría otra manera de llamarlo.

-¿Tienes hambre Jongin-ah? -pregunto el mayor con los ojos bien abiertos levantando su vista de los papeles que tenía delante.

-¿Eh...? No... -murmure bajando la mirada nuevamente hacia mis deberes. Intente concentrarme en ellos nuevamente pero sin llegar a conseguirlo-. Kyungsoo-Hyung...

-¿Si? -pregunto de manera distraída sin mirarme a mi directamente.

-Alguna... ¿alguna vez has pensando en cómo se siente el sexo?

Sus mejillas se encendieron de manera furiosa ante mi pregunta. Carraspee, ciertamente molesto, esperando a que ignorase mi curiosidad por el tema. Estuvo durante unos minutos mirando sus papeles, sin moverlos, sin prestarles gran atención.

-So-soy adolescente... -respondió él con suavidad-. Claro que tengo curiosidad si se habla del tema.

Levante otra vez la mirada, mirándolo incrédulo por lo que había escuchado. A mis ojos Do Kyungsoo era alguien asexuado. Una persona demasiado tímida que no practicaría el sexo hasta que se casase con una novia que se echase en su época de universidad. Y aun así dudaba que lo fuesen a hacer muchas veces.

-Yo quiero probar Hyung, quiero saber lo que se siente.

-¿Por qué... no vas a ligar entonces? -repuso el mordiendo el borde de la tapa del bolígrafo con los dientes.

-Porque no hay confianza con esa gente. Además, yo quiero experimentar otra cosa... -baje la cabeza en silencio pintando con el lápiz cosas sin sentido. Note la mirada incomprensiva de Kyungsoo sobre mi coronilla. ¿Debía de hacerlo? Porque había salido con esa intención de casa, lleno de valor-. Hyung... tú confías en mi ¿verdad?

-No me has dado ninguna razón para no hacerlo -repuso él. Me odie durante cierto segundo. Me mordí el labio superior y suspire, intentando parecer tranquilo ante mi futura presa.

-Cierra los ojos Hyung, por favor.

Me dedico una mueca extraña, pero asintió y cerró los ojos sin esperar a saber qué era lo que iba a hacer yo. Me sentí mal por dentro, pero era mejor dejarse de estupideces cuanto antes ¿no?

Me agache y abrí mi mochila, sacando de ella un pequeño vibrador con forma de ovalada y esférica. Se lo había quitado a mi hermana mayor, no sabía exactamente como se utilizaba pero ardía en deseos de averiguarlo. Puede que no fuese un vibrador para hombre, ¿Qué sabia yo, un chaval de bachiller? Pero lo descubriría.

Me levante de la silla, intentando no hacer ningún ruido, y me quite el cinturón lo más rápido que pude. Kyungsoo-Hyung debió de notar que me había acercado a él, pues suspiro con sorna esperando a ver qué era lo que iba a hacer. Cogí sus manos y se las eche hacia atrás, detrás del respaldo. Se quejo un poco, pero se dejo. Una vez en esa posición, ate con el cinturón sus dos muñecas, encargándome de que le fuese bien difícil moverse o escaparse.

-¿¡Jongin!? -pregunto alarmado abriendo los ojos y girando la cabeza para mirarme-. ¿Qué-qué haces?

-Hyung, esto nos debería de gustar a los dos...

Fue lo único que salió de mi boca de manera temblorosa antes de que me dejase caer sobre su regazo, sentándome sobre sus piernas.

-¿Jongin? ¡Jongin! -exclamo mirando hacia los lados esperando un poco de ayuda por las personas que no había alrededor.

Lo agarre de las dos mejillas con una sola mano y lo obligue a mirarme. Pude ver el miedo en sus ojos, pero no importo. Ya había llegado a un punto del cual era difícil dar marcha atrás porque ya había comenzado.

-Perdóname Hyung -susurre antes de lanzarme sobre sus labios, besándolos lo más apasionadamente que podía para ver si poniendo ganas en ello sería más pasajero. Kyungsoo cerró los labios, uno contra otro, con gran fuerza, sin dejar que mi lengua penetrase su boca. ¿Desde cuándo tenía tanta fuerza? Apreté más sus mejillas con mis dedos, haciendo chocar su carne contra sus dientes de manera dolorosa. Conseguí que abriese la boca con un sordo gemido de dolor y así pude penetrarla con mi lengua. Ninguno de los dos estábamos relajados y fue muy extraño hacerlo así pues hasta entonces ninguna chica con la que hubiera llegado a tanto se me había resistido de tal manera.

Hice lo que pude para que no cerrase la boca, y así poder seguir besándolo, a cada segundo aun de una manera más profunda. Se revolvió y se intento levantar, pero mi peso junto con mi fuerza era demasiado para él y no llego a lograrlo.

En cuanto me permití pensar en lo que estaba pasando me di cuenta de que nuevamente me estaba gustando besar a un chico, a un amigo de toda la vida. Sentí que algo iba mal conmigo mismo. Si mis padres se enteraban... Ellos no me habían criado para ser así.

Me separe de Kyungsoo y pude observar como había comenzado a llorar esperándose lo peor de todo. Agarre el cuello de su camisa con las dos manos y agache la cabeza hasta tocar su hombro derecho con mi frente.

-Lo siento... Hyung.... Yo... Yo... -no sabía ni que decir para disculparme. Había sido un monstruo egoísta con él. Debía de ser tan fácil odiarme ahora mismo...

Sin atender a ninguna razón mi cuerpo siguió su propio curso. Mis labios se pegaron al pequeño cacho de piel que tenia al lado, en el cuello del mayor, besándolo varias veces. Mis manos volvieron a recuperar el vibrador en forma de huevo. Intente buscar una manera de utilizarlo. No sabía si Kyungsoo había dejado de hablar o si yo había dejado de escuchar al mundo, pero el silencio de la habitación era enorme.

Baje mis manos hasta la altura en las que se encontraban nuestras entrepiernas y roce las dos con la palma de mi mano aun por encima del pantalón. Mis labios subieron nuevamente hasta la mandíbula del mayor y siguieron besando a la par que mis manos se deshacían de la parte superior de su pantalón. Por los nervios me costó un poco deshacerme de los botones y enganches, pero termine por conseguirlo.

Encendí el pequeño chisme, haciendo vibrar el pequeño huevo, y lo pase por toda su extremidad, la cual dio un pequeño vuelco al notarlo. Seguí pasando el pequeño vibrador por toda la extensión, esta vez utilizando mi mano para masturbarlo. Note como se revolvía debajo de mí, siendo esta vez él el que posaba su frente sobre mi hombro.

¿Estaba disfrutándolo? Me parecía difícil que no lo hiciese la verdad, o sea que seguí con mi pequeño trabajo antes de pasar a cosas mayores.