De vuelta a.. (Sehun)

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Jamás me lo había pasado tan bien en el pueblo. Había sido diferente a todas las demás veces que había ido cuando era pequeño. Casi había olvidado lo que era trabajar en una pequeña granja, ya que mis padres llevaban mucho tiempo sin llevarme. Había sido una buena idea ir. Aunque a Luhan no le hubiese gustado mucho, al principio, sabía que había terminado por disfrutarlo. Sobre todo después de que... de eso.

Por fin volvíamos a la ciudad que tanto le gustaba, y aunque no me hubiese dicho nada, había pillado a mi abuela dándole al menos una docena de tuppers para que comiese bien y tranquilo durante toda la semana. No era algo que me extrañase, ya que mi abuela siempre acababa dando de comer a todo el mundo, y la manera de cocinar del rubio era extraña.

Como siempre, la música clásica era lo que nos acompañaba durante todo el viaje. Después de media hora insistiendo que pusiese algo nuevo y que lo pusiese, Tiarn se puso a llorar en seguida y lo tuvimos que cambiar rápidamente. ¿A ella que le importaba si total iba a quedarse dormida en seguida? Aun así comprendía que hubiese que hacer lo que la niña quería. Eran los buenos años para poder hacer lo que quisieses, luego todo serian prohibiciones.

-¿Quieres que te ayude a llevar las cosas? -me pregunto el mayor amablemente cuando aparco delante de mi casa. Mire el edificio detenidamente antes de contestar. No habían pasado ni cuatro días desde que me había ido, pero era extraño verlo todo de la misma manera que la última vez que había estado allí.

-Sera lo mejor, mi abuelo me ha dado muchas cosas para mi padre. No me extrañaría si me encontrase una oca entre los bultos -sonreímos los dos ante la pequeña broma

Salimos del coche, después de dedicarle unas palabras a Tiarn, diciéndole que se quedase quieta. Tenía el sentido del humor tan infantil aquel día que hasta me pareció gracioso. Había salido de mi casa con una sola maleta, no necesitaba más, y había acabado volviendo con cinco. Si, estaba claro que necesitaba ayuda. Yo con todo eso no podía.

Saque mis llaves antes de encargarme de coger nada más y no tener que andar buscando después con todo encima. Después de coger dos de las maletas, Luhan me dijo que fuese a abrir cuanto antes, que se encargaría de las otras y que con tanta cosa quería tener todo el camino despejado.

Con cierta dificultad, camine hasta la entrada de la casa, dejando caerlo todo nada más llegar hasta ahí. Abrí la puerta y entre con tranquilidad.

-¡Appa! ¡Omma! ¡Ya estoy aquí! -exclame sin recibir ninguna contestación. Puede que se estuviesen echando una siesta o algo así y que por eso no contestasen-. Los abuelos mandan...

Me quede paralizado al entrar en la sala. ¿Qué...qué...? Me tire al suelo, donde yacía mi madre, tendida en el suelo. Golpee varias veces su cuerpo con las palmas de mis manos, moviéndola. Al ver que no tenía ninguna reacción, la zarandee con más fuerza. Nada.

Mi vista comenzó a nublarse y a licuarse, tanto que cuando me acerque a mi padre para ver si el reaccionaba no podía distinguirlo de lo que tenía alrededor. Pero sabía perfectamente que estaba ahí.

-¡Lu...! -exclame para pedir su ayuda.

-¿Sehun...? -escuche como su voz interrumpía la mía. Parecía sorprendido y... y yo que sé. No era hora para pensar como se sentía él-. ¡Voy a llamar a urgencias ahora mismo! Tapate la boca, puede que haya un escape de gas -me ordeno a la vez que sentía como una tela caía desde arriba.

No hice caso a lo que me dijo. Lo veía todo tan confuso e improbable que me daba igual el respirar gas. Al menos no estaban totalmente fríos. Si no lo estaban significaba que aun no había pasado lo peor ¿verdad? Aun... aun estaban vivos.

Sentí como unas manos me agarraban de ambos lados de los brazos, apretándome contra algo más cálido que los inertes cuerpos de mis padres. Me mecía y me decía pequeñas palabras de consuelo, esperando que me tranquilizase. Pero era imposible.

-Sehun... Aun tienen pulso -decía el mayor mientras esta vez sí que notaba lo exaltado que estaba, tanto por su voz como por lo rápido que le latía el corazón-. Tienen pulso... Me apretó más contra ellos.

¿Cómo era que no se me había ocurrido verificar aquello? No debía de echármelo en cara. Era lo más normal del mundo ya que en la situación de shock en la que me encontraba no me dejaba pensar con normalidad.

Respiraba con dificultad, e intentaba quitarme mis propias lágrimas de los ojos, pero estas volvían rápidamente. No era capaz de ver nada. El tiempo se paralizaba y luego volvía a correr. ¿Cuánto iba a tardar en aparecer la dichosa ambulancia? Simplemente alguien que pudiese hacer algo.

Alguien que los pudiese ayudar.

Debían de haber pasado siglos. Siglos enteros, largos, hasta que escuche una acelerada sirena. Luhan me había llevado fuera, prácticamente había cargado conmigo ya que yo no sentía que mis piernas pudiesen sostenerme. Decía que fuera estaríamos mejor, que por si acaso era lo mejor que podíamos hacer. Decía que no me convenía ver a mis padres en esa situación, que sufriría más. Ya estaba sufriendo mucho por saber que estaban así. ¿Qué importaba que los siguiese viendo? Ya sabía lo que estaba pasando.

Toda la felicidad del fin de semana había desaparecido. Ya no quedaba nada. No hasta que supiese que era lo que había pasado exactamente.

Podía escuchar a la gente hablar, creo que había gente que me estaba preguntando cosas. Pero no era capaz de levantar la cabeza ni de nada. Simplemente estaba cogido de la chaqueta de mi novio mientras él me abrazaba y me sujetaba para que no cayese al suelo. Luego escuchaba su voz, era lo único diferente que podía diferenciar de todos los demás murmullos.

Los murmullos de una aglomeración de gente llegaron hasta mis oídos, debían de ser los vecinos. Vecinos curiosos por saber que era lo que había pasado. Note como nuevamente Luhan me ponía de pies, dando un traspié con mis propios pies al no saber qué era lo que iba a ocurrir. Solo sé que llore, llore y llore. Como no lo había hecho jamás.

Pude identificar algunas de las voces de los vecinos, los que eran más cercanos. Los que habían estado con nosotros toda la vida. Pero no pude responderles. No era capaz de articular ninguna palabra.

-Sehun, cuidado con el techo -dijo Luhan cuando intento volver a meterme en el coche. Tiarn lloraba por el ruido que había fuera-. Voy a llevarte al hospital junto con tus padres ¿sí? -informó mientras yo me amarraba más a él cuándo intento separarse de mí para ir a la otra puerta-. Están vivos -me aseguro mientras limpiaba las lagrimas de mis ojos, permitiendo verle durante menos de un segundo-. Los llevan al hospital para cuidarlos.

[Hunhan] LuminescentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora