[Hunhan] Luminescent

Respuestas II (Luhan)

Nunca me había gustado hablar con la policía, me resultaba de lo más desagradable e incomodo. Siempre pretendían que les dijeses de todo y ellos nunca te iban a ayudar con sus temas. Además no me convenía que supiesen lo que había pasado en realidad. Menos mal que habían decidido venir cuando yo estaba en casa y no habían pillado a Sehun solo en casa.

Volví a la sala, esperando que a Sehun se le hubiese olvidado de la conversación que habíamos tenido antes y que estuviese centrado en la noticia que le acababan de dar. Aunque no me beneficiase la verdad, para nada. Aun así lo podía mantener un poco al margen.

O eso pensé. Al llegar a la sala vi como sostenía mi móvil y leía algo en el. Me alarme, pero luego recordé que solía borrar todos los mensajes comprometedores que solía recibir del trabajo. El me miro con lágrimas en los ojos, acababan de aparecer. Me apresure, acercándome rápidamente a él para consolarlo, pero interpuso el móvil entre los dos. En el pude ver un mensaje que acababa de recibir de Minseok, el cual estaba medio escrito en coreano y en chino pues así se le hacía más fácil y a mí no me molestaba leerlo así.

"Kris dice que el jefe esta cabreado contigo porque aun sigues manteniendo relación con el chico. La misión está completa y tienes que abandonarlo o si no acabaremos todos en problemas. Lo siento ".

-Sehun, puedo explicarte eso... -mi cerebro trabajaba a toda velocidad intentando encontrar algo que decirle en ese mismo instante. Pero el simplemente negó con la cabeza.

-Dime toda la verdad.

Exigió de manera firme. Note como mi interior se recalentaba a una velocidad de vértigo. Tenía miedo. Miedo de que todo hubiese acabado así. Llevaba ya tanto tiempo escondiendo la misión de Sehun que me había confiado y ahora el tenia pruebas en mi contra. El tiempo comenzó a pasar muy rápido, mucho más de lo normal. Sehun seguía mirándome fijamente con los ojos húmedos esperando a que le diese una respuesta digna. Ya estaba todo perdido o sea que decidí hablar.

-No puedes contarle a nadie lo que te voy a decir -comencé con un tomo muy serio-. Es más diciéndotelo a ti te estoy poniendo en un gran peligro con gente que jamás desearías conocer ¿sabes?

-No quiero que me des un discurso, me lo sé de memoria de las películas -espeto él. No parecía estar de humor. ¿Quién lo estaría en su lugar? Nadie en su sano juicio y menos un niño como Sehun.

-Yo no he matado a tus padres -afirme-, pero sí que he tomado parte en la misión para acabar con ellos.

Espere a que dijese algo, pues se veía en su cara que tenía intenciones de hacerlo, por mucho que le doliese hablar en ese momento.

-Eran mis padres.... -sollozo lentamente-. Yo les quería... ¡ellos no me maltrataban Luhan! -exclamo con fuerza rompiendo nuevamente a llorar. Casi me tire sobre él para intentar tranquilizarlo. Al principio rechazo mi contacto pero en seguida paro de forcejear en mi contra. Estaba claro que necesitaba ayuda, aunque fuese de un cómplice de asesino.

-Créeme si te digo que jamás los mataría por eso -asegure-. Sehun tus padres no eran quienes aparentaban ser -me levante del asiento y fui a coger la carpeta con las fotos y papeles. La abrí por la pagina numero tres-. Traficantes de droga de la mafia coreana -explique señalando un par de palabras en chino que traducidos al coreano significaban lo que yo había dicho. Omití el resto de cosas que se decía de ellos en el informe, sería demasiado para él.

-¿¡Traficantes de que!? -exclamo el alarmado.

-Sehun aquí no es nada lo que parece -pose mi mano sobre su rodilla para que sintiera un poco de calor humano y se tranquilizara-. Yo... hace unos años fui reclutado para la mafia china. No sé como paso la verdad... solo sé que de un día para otro yo y mis otros compañeros estábamos amenazados bajo muerte si no hacíamos lo que nos mandaban. Ellos fueron los que decidieron que yo debía de ser un simple puto -calle un rato por si quería decir algo pero él también se quedo en silencio-. Como ya te dije estudie para ser abogado, pero en cuanto vieron mi potencial, me reclutaron me metieron en un grupo. Todos ellos tenían dotes mucho mejores que las mías y yo en aquel entonces solo tenía mi inteligencia, mi encanto y mi cuerpo. Para los chicos soy como una chica por mi apariencia y para las chicas soy tan guapo que no pueden resistirse a mí. El puto perfecto.

Carraspee sin esperar ninguna respuesta con mi pausa. Sabía que Sehun no lo comprendería bien. Nunca le había contado nada de esto a nadie. Ni siquiera a mis compañeros. Aunque ellos ya sabían cómo habían sido las cosas para mí desde un principio no les había hablado de mi adiestramiento. Porque lo que me hicieron era inhumano. Cualquier cosa menos agradable.

-Durante meses me obligaron a follar. Polvo tras polvo. El sueño de cualquier hombre ¿verdad? -hable de manera retorica y sobrehumana, como si aquella historia realmente no viniese conmigo. Como si fuese lejana-. No para uno que se iba a pasar toda la vida haciendo lo mismo. Habían abusado de mi pobre cuerpo. Me había pasado días en la cama desgarrado por dentro mientras me hacían unas curas para que pudiera volver a aquellos "entrenamientos".

Note como tenía toda su atención en mí. Sus vidriosos ojos se habían acentuado y ahora me miraba con una especie de connotación triste en su mirada. Trague saliva. ¿Qué estaría pesando en ese momento? Igual puede que fuese mejor no saberlo.

-Fue un autentico tormento, pero no podía irme porque ellos tenían a mis padres -hice una pausa para reorganizar mis ideas-. En realidad no les tenían pero si daba un paso en falso me dejaron muy claro que los matarían, no sin antes haberlos torturado. Creo que en este tema me entiendes bien -le dedique una sonrisa irónica-. Mira, no me siento orgulloso de lo que he hecho durante mi vida. Pero si no llevamos a cabo nuestro trabajo tanto yo como mis amigos, nuestros familiares, amigos cercanos... tú, estaríais muertos.