veinticuatro

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narrador


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Un fuerte sonido se hizo presente en el área. Los caballeros sacros que se encontraban rodeando la sala de investigación pudieron observar el momento de la explosión.

King tomó a Cersei y los cubrió a ambos con Chastiefol.

La pelirroja estaba sanando muy lentamente, lo que le causaba más dolor.

— ¡Son los siete pecados capitales! — Gritaron algunos.

Estos habían quedado unos metros atrás de ellos.

— ¡Cersei! ¡Cersei! — Gritó King al ver cómo la quimera tosía sangre y jadeaba por el dolor.

— ¡La quimera! ¡La quimera está herida! — Escucharon a lo lejos.

Meliodas y Diane se acercaron a ella preocupados.

— A un lado, niños. — Dijo Ban apartando a Meliodas, abriéndose paso hasta llegar a la pelirroja. — Mocosaaa, tranquila, esto te hará sentir mejor.

El zorro mordió su brazo con fuerza, haciendo brotar un basto chorro de sangre.

Cersei jadeo horrorizada cuando el peliazul pego su muñeca a su boca.

King chilló sorprendido, al igual que los demás. El contacto con la sangre hizo que la herida de la quimera sanará en segundos.

— Quiero vomitar. — Dijo ella después de un tiempo. Meliodas y Diane suspiraron aliviados, Ban sonrió divertido y King se dedicó a abrazarla con los ojos algo llorosos. — Es la segunda vez en el día. — Dijo haciendo referencia a su casi muerte mientras devolvía el abrazo a su pareja.

— Procuremos que no haya una tercera vez. — Meliodas palmeo su cabeza y ella asintió.

— ¡¿Qué es esto?! — Escucharon gritar a Gilthunder.

Todos voltearon a su dirección, viendo cómo el antiguo gran maestro se acercaba.

El ahora demonio afinó su vista hacia la princesa.

— Su objetivo es Elizabeth. — Gritó Meliodas corriendo a por él. — ¡No dejen que se acerque!

El capitán de los siete pecados fue alejado de un golpe y después de eso el maestro Gowther fue decapitado.

— Se encuentra bajo arrestó por traicionar a nuestro reino. — Dijo un caballero.

El de piel gris se quedó en silencio por un momento, luego puntos oscuros aparecieron a su alrededor; era un ataque que hizo que algunos caballeros cayeran.

— Es una técnica espantosa. — Comentó un caballero a otro. — Pero no es tan difícil evitarla.

Hendrickson tomó la cabeza de ambos y a punto de girarlas un golpe de piedra lo envío lejos.

Qᴜɪᴍᴇʀᴀ ▸ ᴋɪɴɢ «ɴᴀɴᴀᴛꜱᴜ ɴᴏ ᴛᴀɪᴢᴀɪ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora