Qᴜɪᴍᴇʀᴀ ▸ ᴋɪɴɢ «ɴᴀɴᴀᴛꜱᴜ ɴᴏ ᴛᴀɪᴢᴀɪ»

uno

narra cersei

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Pensar en él me hacía daño.

Tosí un poco de sangre debido a que hace algunas horas, algunos guardias me habían pateado hasta cansarse. No me podía quejar, estaba ahí porque quería.

Apreté mis manos sobre mi vientre tratando de que el dolor se esfumará o que al menos disminuyera, pero todo fue en vano.

Suspire levemente y me reí de mi misma.
Admiré la fría oscuridad de la celda, aburrida, perdiendo la cordura con el pasar de los minutos.

Pensaba mucho en los chicos, llenando mi mente con preguntas como: ¿Qué estaban haciendo ahora? ¿Se acordaban de mi? Aún... ¿Aún estaban vivos?
Esa última pregunta me llenaba de terror el cuerpo.

Cerré los ojos para aguantar las lágrimas.

Años atrás me di por vencida y no seguí buscando a ninguno de los siete pecados capitales. Había traicionado a mis amigos, ¿Qué ironía no? Cersei el pecado de la traición, lo hizo de nuevo.

Me sentía enferma de solo pensar lo.

Era una traidora, siempre lo fui, desde mi nacimiento. Y por eso estoy maldita, condena a morir.

— Oye tú, hora de comer. — Gritó un caballero del otro lado de la gran puerta de madera que había frente a mi, pasando un plato de comida y pequeño vaso de agua por el mínimo hueco de la entrada a mi celda.

Nunca había entendido porque se tomaban tantas precauciones conmigo. Nunca había sido agresiva.

Me levanté con cuidado, haciendo sonar las pesadas cadenas que estaban sujetas a mis manos y pies.

— ¿Qué hay de nuevo? — Preguntó uno de los guardias que me custodiaban al que me trajo la comida.

— Muchas cosas, como la noticia del mes, ¡Es sobre los pecados capitales! — Exclamó y yo me congele al oír ese nombre.

— ¿Qué? ¿Qué tienen esos criminales?

— ¡Se están reuniendo! Escuché que sacaron al pecado de la avaricia de Baste Dungeon.

¿Reuniendo? ¿Pecado de la avaricia? ¿Ban?

— ¡¿Qué dices?! ¿Crees que vendrán por ella?

— No lo creo, nadie sabe que la quimera esta en esta prisión. No hay forma de que vengan por ella.

Tal vez no, pero entonces yo iría por ellos.

— Pero...

No escuché lo que siguieron diciendo, solo pensaba en como salir de aquí, ¡Mis amigos estaban con vida!

Está bien, está bien, tranquila Cersei y piensa rápido porque este es el momento que tanto habías esperado.

Miré el vaso de agua frente a mi, estaba por la mitad pero sería suficiente, o eso esperaba yo.