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Torre de astronomía
ESA MISMA NOCHE REMUS PUDO SALIR DE LA ENFERMERÍA, acostumbrado a cuidarse y tomar pociones para el dolor. Cómo Sophia había prometido, después de sus clases, donde le quitaron puntos por llegar tarde, comió algo rápido antes de volver a la enfermería, donde el chico reía con sus amigos. Aún así, no se dejó intimidar e igualmente camino hasta la cama y lo acompaño durante un largo rato. Los merodesdores se aseguraron de no volver a dejarlos solos, Potter parecía especialmente molesto con ella, aún muy resentido por lo que le había hecho Sirius. Por esta razón, no volvieron a tener una de sus íntimas charlas, solo se miraban, dedicándose pequeñas sonrisas antes de seguir con la charla dónde Potter entre risas explicaba como había tenido días sin saber cómo sacar la maldición de su varita, no sabía cómo hacer que dejarán de salir patos cuando agitaba su varita.
Incluso Lilyan se había pasado unos minutos por la enfermería al enterarse que el chico que su mejor amiga adoraba estaba en la enfermería. Pero con la presencia de los merodesdores, no duró mucho. Sophia con el tiempo se había acostumbrado a sus idioteces y ellos también se habían acostumbrado a la presencia de la rubia.
Remus había sido quien le dijo cuando salió de la enfermería, al día siguiente que se lo cruzó por los pasillos, en mucho mejor estado. Notó un cambio en él desde aquel día. Uno pequeño.
—¿Puedes dejar de seguirnos?
Lily fue la primera que se exasperó de la rara actitud del licántropo, quien había estado siguiendo a Sophia por todo el castillo, sostenía sus libros, abría las puertas e intentaba no molestar hablando. Solo iba detrás de ella, a unos pocos pasos de distancia. El rostro de Remus enrojeció por completo al escuchar a la pelirroja, encogiéndose en su lugar apenado.
—L...lo siento, yo...
Murmuró con timidez, a Sophia le dió pena, pero era raro, ya todos habían comenzado a murmurar, riéndose de Remus por ir atrás de alguien como ella. Claro que nadie sabía la historia y aún sabiendola, Lily no contuvo su boca, menos ese día, porque no iban solas. En realidad, Remus estaba detrás de todo un gran grupo de slytherins quienes miraban incómodos la situación, incluso divertidos por la timidez de Remus.
