Fines del tercer año
REMUS LUPIN ERA DEMASIADO DÓCIL, provocando cierta inseguridad en Sophia a la hora de tomar acción y es que en el resto del año se había apoderado del joven, hacían sus tareas juntos y de formas muy casuales a veces terminaban sentados juntos. El joven de cabello castaño no se quejaba, pero tampoco lucía entusiasmado o sentía que él tomara acción. Simplemente se dejaba. Ni a los merodeadores ni a Greengrass le agradaba.
-Luces asqueroso.
Su lengua casi parecía haber desprendido veneno cuando vio al chico entrar por la puerta, que se avergonzó al instante. Pero sabía que no mentía, ella era cruelmente honesta como para mentirle en algo así. Hoy lucía ojeroso y realmente enfermo, como otras cuantas veces desde que ambos compartían tiempo.
-S.. sí, creo que estoy enfermando.
La respuesta no dejo muy convencida a la alta chica frente a él. Podía asegurar con facilidad que llegaba a medir un metro setenta y sus pequeños tacones negros en sus pies ayudaban a esa conjetura. Se sentía realmente intimidado por una mujer así. No era del tipo con el que te podías sentir cómodo. Sophia era una Slytherin realmente decidida, y parecía decidida en que Remus tenía que estar a su lado. Él no sabía el propósito pero no tenía las agallas para negarse, además de que no parecía una mala chica, aunque sus mejores amigos no parecían tan convencidos de eso.
Las pálidas y delgadas manos de la rubia tomaron su muñeca. A Remus casi le da un escalofrío, estaban heladas, aunque había descubierto que era normal en ella. Parecía que tenía sangre fría, justo como las serpientes. No pudo evitar que las palabras se formen solas en su cabeza y nunca creyó conocer a alguien que encajara tan bien en una casa como lo hacía ella y más aún, que le agradara.
Ambos se colocaron en uno de los telescopios de la clase de astronomía. Ya era de noche y la luna casi totalmente redonda parecía opacar a las hermosas estrellas.
Pero su rostro tranquilo, que admiraba la luna se arrugó casi como si hubiera comido un limón al ver cómo a un lado de Remus, con una sonrisa implacable se apoyaba el telescopio de Sirius Black.
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Silly Boy || Remus. L
VlkodlaciSophia nunca le podría negar un chocolate a Remus. Aunque ni siquiera le guste el chocolate.