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Vacaciones de invierno
SE DESPIDIÓ DE REMUS CUANDO BAJARON DEL TREN, donde ni siquiera se habían cruzado, cada uno iba con sus compañeros de casa para una mejor y más tranquila convivencia. Con una leve sonrisa se despidieron a varios metros, con la promesa de escribirse en vacaciones.
Sophia camino hasta su padre, dándole un fuerte abrazo al alto y delgado hombre.
—Hola hermosa, ¿Te divertiste este año?
Dijo curioso, tomando la maleta que cargaba y tendiendo su mano, que como toda una señorita tomó.
—Siempre me divierto en hogwarts padre.
Con eso dicho y una enorme sonrisa en su rostro, sintió un desagradable jalón de su estómago y antes de notarlo, estaba en la sala de su casa, como cada año ocurría. Archie Greengrass, como buen protector de la salud de su hija, había esperado hasta sus once años para moverla mediante la transportación, después de todo, los niños muy pequeños realmente pueden salir muy mal de eso.
—Me alegro, Susan está haciendo la comida. Langostinos con salsa de naranja. Ve a dejar tus cosas y ven a la cocina, ya debe estar terminando.
Relamió sus labios con deseo al escuchar la comida y sentir el suave olor a naranja llegar hasta el enorme comedor. Susan era una reconocida cocinera en el mundo muggle, y realmente hacía tres años consentía totalmente a la chica con cualquier cosa que deseara su exquisito paladar. Con un suave chasquido de sus dedos, un elfo apareció a su lado, era el patriarca de la pequeña familia de elfos que había en esa casa, Bokey, quien con una cordial reverencia y una bienvenida, comenzó a llevar sus cosas. La rubia camino a su lado para dirigirse a su cuarto.
La familia de elfos que vivían en la mansión Greengrass en realidad era bastante grande, siete niños había concebido Bokey con Honley. Todos hacían trabajos en la casa, viviendo libres y con cierto salario mensual, aunque realmente no era mucho, pero no debían ocuparse de la comida u hospedaje. Además, por norma de la casa, todos debíamos tener un buen vestuario siempre, aunque no hubiera invitados presentes.
