Perderé la memoria, pero jamás mi amor por ti (Newtmas)

Prólogo

Ya hace tanto tiempo desde que estrujé su mano antes de que subiera por el elevador de la Caja, pero de alguna forma aún siento sus dedos fríos en la palma de mi mano.

Es necesario. Hay que encontrar una cura para La Llamarada, y me lo repito constantemente.

Al menos, los escarabajos me permiten observarlo a distancia.

Desde las pantallas vi cómo se convertía en Corredor, cómo hizo amistad con Minho y Alby, cómo ha cambiado, cómo intentó suicidarse, cómo se ha olvidado de mí.

Parte de mí, sabe que es lo mejor, especialmente porque con él no puedo repoblar la Tierra y es una de nuestras prioridades aquí en CRUEL. Pero también lo amo.

Me enamoré del chico rubio, de ojos azules y con brazos que se han fornido en el tiempo que lleva en el Área. Newt.

Desde antes de que se fuera me había insistido en que podríamos irnos lejos y ser felices juntos, pero me rehusé. Desde lo que le pasó a los primeros creadores siento que estoy en una especie de compromiso, que estoy atado a esto, a hayar una cura.

-No tenemos que permanecer aquí- dijo Newt -, podemos largarnos y dejar a estos idiotas.
Acaricia mi mejilla con ternura.
Niego con la cabeza.
-Tengo que hacerlo, y no quiero dejarte solo con esos monstruos de afuera -no despego mi mirada de él.
Sus ojos se le llenan de lágrimas y de miedo.
-Pero no quiero olvidarte- se le quiebra la voz al hablar -, y en sus pruebas estaremos en el mismo riesgo.
-Y ahí estaré a tu lado- pongo mi mano sobre la suya que sigue en mi mejilla.
-Si te pierdo, no lo soportaría Tommy- apenas le alcanza el aire para hablar a causa del hipo por llorar.
-No pienses eso, Newt- con el dorso de mi mano libre seco sus lágrimas -. No sucederá.
-No puedes asegurarlo. Y tienes que comprender que te amo y por eso no quiero perderte.
-Yo también te amo- «y me quedo para no perderte»
También se me escaparon unas lágrimas que cayeron en su mano.

Ese fue el último día que lo vi consiente. Y al ver como evolucionaba en el Área, espero que siga la persona de la que me enamoré ahí y que yo no cambie demasiado.

Me pesa todo lo que está pasando, pero por un lado dejará de hacerlo. Pronto será mi turno de subir por ese elevador y no habrá vuelta atrás.

En mi mente resuenan las últimas palabras que le dije:

«Perderé la memoria, pero jamás a ti»