El trabajo de mi vida

Okay, estas lista?

-Hola buenas tardes, que te damos?-me pregunta una muchacha que parece un que tiene unos cuantos años más que yo - hola, emm vengo porque es mi primer día te trabajo-digo con una voz temblorosa y aclaro mi garganta.

-Ahh claro! Pásate- me dice sonriente. Un poco insegura me paso detrás de unas puertitas al área de trabajo y veo ah dos muchachas y un muchacho que se ven casi de mi edad. Cuando entro más, veo un cuartito y me paso, ellos se me quedan viendo con cara extraña, yo les sonrió y me devuelven la sonrisa.
De pronto entra el, el tipo de cabello negro, el tipo mal educado y guapo.

-Hola, tu eres abigail verdad?-me dice con si voz ronca, -Sip yo soy-le sonrió un tanto sonrojada.
-bien te explicare rápidamente las reglas que tenemos aquí en lo que llega el muchacho que te capacitara.- en eso entra la muchacha sonriente y amable que me dijo que me pasara.

-No me gusta recibir a los nuevos- la muchacha amable que ahora veo tiene el nombre de Ana en un pin enganchado a su camisa, ríe.
-es enserio- el tipo dice - así que se tiene que sentir afortunada de que yo la reciba-. Ana vuelve a reír, me voltea a ver y me hace una cara como si estuviera diciendo "no le hagas caso".

Pff! Pienso, tenía que ser de esos! Tenía que ser exactamente de ese tipo de hombres que se creen tocados por los Dioses. Claro, era muy perfecto para ser real.

-Bueno...-me dice sacándome de mis pensamientos decepcionados. -la primera es el uniforme, parte de tu uniforme es traer el cabello recogido en un chongo y con red negra- me dice y se le queda viendo a mi cola de caballo China y esponjada, inmediatamente me la agarro y empiezo a hacerme un chongo sin darme cuenta que no tengo una liga.

-yo tengo una liga la quieres-me dice Ana adivinando los pensamientos y sacando una liga de su bolsa.-muchas gracias le digo agarrando la liga que me ofreció, me amarro el cabello en un chongo y me pongo la gorra de nuevo.

-Okay, estas lista?- me pregunta el tipo, por ahora nose si llamarle tipo o el me dirá su nombre, ya que el no trae un pin como el resto de mis compañeros.

-Si si- le respondo siguiéndolo fuera del cuartito.
En eso me da un breve recorrido explicándome algunos detalles que debería hacer o como funcionan algunas máquinas ese tipo de detalles que ni siquiera yo sabía que podían hacer en una nevería.