Capítulo cinco:

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La poca confianza que me tenia desapareció en ese momento y me odie.

Ese "No me pegue", le dolió en lo más profundo del corazón, por más que P'Sam trato de calmarlo fue imposible, su cuerpo convulsionó de tal manera que fue imposible tratar de tocarlo sin que se arrollara más en el suelo, fue entonces que el presidente llamó al doctor, Ohm advirtió con su pecho aplastado como el médico le administraba un calmante, sus ojos nunca se despegaron de los suyos, quizás tratando de advertir cuando seria golpeado, a medida que sus ojos se fueron cerrando, no dejó de llorar mientras murmuraba palabras sin sentido.

- Él esta despierto ahora. – Dijo el doctor. Habían pasado cuatro horas desde aquel episodio. – Pero, no dejaré que lo vean.

- ¿Qué?, ¿Por qué? – Preguntó todavía molesto consigo mismo.

- Está tranquilo ahora..., es mejor que no los vea, no sé qué provocó esa reacción en él.

- ¡Quiero verlo! – Insistió. - No me importa si es usted el mismísimo papa. Necesito hablar con él. – Quería verlo con sus propios ojos, que Nong estuviera bien.

- Voy a pasar por alto tu insolencia en honor a la amistad que tengo con tu hermano, no lo verás, no mientras este internado en este hospital. – El viejo doctor, lo miró queriendo ponerlo en su lugar.

- Ohm cálmate, no hagas nada idiota. ¿Qué tiene el chico? - Quiso saber Sam.

- Eso fue un ataque de pánico, quizás provocado por algún hecho traumático de la infancia.

- ¿Traumático?, ¿quiere decir que Nong fue golpeado cuando era niño? – Preguntó P'Sam.

- Es lo mas probable, es algo que no ha superado, cualquier cosa puede activarle el recuerdo, por eso es importante que este tranquilo ahora.

- ¿Ni siquiera llamará a algún familiar para que se quede con él? - Preguntó irritado. Por qué debería haberlo sabido desde esa noche que tuvo esa pesadilla.

- Ohm, Nong Fluke no tiene familia. – Contestó el doctor molesto, después se retiró del lugar. Esa información le rompió un poco el corazón.

- ¿Lo sabias?, P'Sam.

- Si, él lo dijo en la entrevista, solo tenía a su abuelo, eso fue lo que dijo.

- ¿Por qué lo contrataste entonces?,¿Sabías todo esto?

- No, ¿Cómo sabría?, creo que él tampoco lo sabía. Ni siquiera sabía quién es el abuelo.

- ¿Cómo entonces lo conoció?

- No lo sé, quería que él me lo contara, pero tenías que cagarla, asustándolo así. – Él también odiaba su impulsividad, sobre todo porque, cabía la posibilidad que sean familia, y él... él sentía... ¿algo?, ¡demonios! sentía cosas por Nong.

MI QUERIDO SECRETARIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora