Comencemos de nuevo
Al volver al campamento, aún no había ninguna persona despierta, la actividad de la noche anterior los dejó a todos sin ánimos de levantarse temprano, el único que esperaba impaciente era Ohm, estaba sentado en medio del fogón y movía las brasas de la noche anterior con un palito.
- Dale una oportunidad, solo habla con él. Ha estado despierto desde que te fuiste de la montaña. – Su padre lo empujo, Fluke se sintió extraño de pronto. Él levantó la vista y sus ojos tropezaron, estaba preocupado, se le notaba por la forma en que fruncía el ceño y la forma en que lo miraba.
- ¿Estás bien?, ¿Por qué te fuiste de esa manera?
- No lo pensé mucho, lo siento.
- En el pasado siempre decías que lo sentías y yo me molestaba por eso. Ahora solo quiero que te disculpes por irte así, está bien si me odias, pero no odies a Gio, él no tiene la culpa.
- No te odio, lo siento, si creíste que lo hacía. – Dijo apresuradamente.
- ¿Qué sientes por mi entonces?
- Solo sé que no te odio... - Dijo mirando el cielo. - No sé qué más debería decir...
- Dime que me darás otra oportunidad para demostrar que puedes confiar en mí.
- Te la daré... - Dijo antes de darse la vuelta y orientar sus pasos a la cabaña que ambos compartían. Sintió los pasos de Ohm colarse en la habitación detrás de los suyos, sintió sus manos detrás de su cintura y sintió como besaba su cabeza, lo mantuvo ahí, apoyando su espalda contra su ancho pecho.
- Me haces muy feliz. – Dijo girándolo. Pronto le levantó el rostro y acaricio sus labios. - Todo lo que hice fue extrañarte y odiarme por no seguirte. – Dijo mientras mantenía su vista fija en sus ojos. - Haré que me ames otra vez. – Ya te amo, siempre te he amado. Pero esta vez no diría nada, al menos por esta vez quería saber cómo sería sentirse conquistado, lo esperaría.
- ¿Otra vez?, nunca dije que te amara antes. – Dijo entrecerrando los ojos.
- Si, lo dijiste. Recuerdas cuando te dormiste en el archivo. Te pregunte por que sonreías, dijiste "Por qué te amo"
- Estaba soñando..., no cuenta. – Ohm rio.
- Me amabas entonces, me amaras de nuevo.
- ¿Qué harás para que eso pase? – Preguntó levantando una ceja.
- ¿No sabes?, cuando Ohm Thitiwat se pone en plan de conquista es muy persuasivo. – Dijo con tono seductor.
- Entonces no quiero. – Inútilmente trató de salir de sus brazos.
- Au, ¿Por qué no? – Hizo una cara triste.
- No quiero que uses tus trucos conmigo.
- Prometo que solo los usaré contigo.
- ¿Y piensas que caeré?
- ¿No estás cayendo ya? – Susurró cerca de sus labios.
- Ni un poco. – Aunque su corazón decía otra cosa. Ohm bajo más y abordó su boca. Los besos de él siempre fueron urgentes y apasionados, pero esta vez fue dulce, suave, de una delicadeza sutil, que lo hizo cerrar los ojos casi de inmediato, solo para sentir e imaginarse que estaba cerca del cielo. Cuando los labios de él lo abandonaron le costó volver a la realidad.
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MI QUERIDO SECRETARIO
RomancePor la oficina de vicepresidente Ohm habían pasado quince secretarias solo los últimos meses cosa que al hermano mayor no le parecía nada de gracioso así que no encontró nada mejor que conseguirle un nuevo secretario, ya quería ver la cara de Ohm cu...