Capítulo siete:

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Sin palabras 

Ohm sabía que en algún momento tendría que pagar el haberle mentido, solo restaba una semana, su hermano le diría pronto lo del testamento y él no lograba que Fluke confiara lo suficiente, pero lejos de preocuparse por el estúpido testamento, le preocupaba él, de verdad quería cuidarlo.

El operativo de salud que organizó para las personas de la compañía fue todo un éxito, además fue muy bien recibido por los trabajadores, se llenó de orgullo el saber que Nong era capaz de hacer ese tipo de cosas, se le notaba que amaba ayudar a las personas, porque cada vez que hablaba con los trabajadores se volvía una persona distinta, incluso sonreía, sus miradas se cruzaban de vez en cuando y él no podía dejar de observarlo, le sonrió para aumentar su confianza y Fluke devolvió una sonrisa más amplia, ¿Qué clase de persona era?, ¿quizás él era la persona que había estado esperando?, se río de sí mismo, se estaba volviendo loco y convencido que en realidad sentía debilidad por las personas frágiles, así como le pasó una vez con Son, solo que esta vez de verdad él se sentía distinto.

An le llamó ese día solo para decirle que su estadía en Australia se alargaría un semestre más, eso porque estaba empeñaba en obtener su maestría, a veces se preguntaba por qué demonios estaban juntos, ni ella se preocupaba por él, ni él por ella.

- ¿Se te perdió algo hermanito? – La voz burlona de su hermano distrajo sus pensamientos.

- ¿Qué haces aquí? - Preguntó molesto.

- Tenemos que decirle a él, mamá me preguntó si ya lo habíamos encontrado, le dije que sí. El examen está listo.

- ¿Es o no es?

- Míralo por ti mismo. - Dijo estirándoles el sobre.

Su corazón latía a mil por horas, abrió con manos temblorosas, en su rostro se dibujó una sonrisa, Fluke no era hijo del abuelo, ellos no tenían ningún parentesco, pero no sabía por qué se alegraba tanto. Lo volvió a mirar, - Wow. – Pensó, él de verdad tenía una hermosa sonrisa.

- Yo se lo diré. – Le dijo a su hermano.

- Le ofreceré una buena cantidad por sus acciones. – Dijo P'Sam, ¡Maldita sea!, ofrecerle que le venda sus acciones podría hacer que él saliera de su vida, ¿de verdad quería eso? – Ohm, ¿Estás seguro de que puedes manejar esto?

- Si, lo haré, no quiero que él se arme una película en su cabeza, no quiero hacerle daño.

- ¿Te preocupas por él?, ¿te gusta? – Preguntó.

- Solo dame una semana, P'Sam, yo le diré todo. – P'Sam lo miró por un rato.

- Está bien. – Antes de retirarse. - No te olvides de enviarle unas flores a mi bebé, hoy en su cumpleaños.

- Ya lo sabía. – Le gritó.


- N'Fluke, encarga un ramo de flores y envíalo a esta dirección, escribe esto en la tarjeta – Le dijo pasando un papel.

- ¿Alguna flor en especial? – Preguntó.

- No lo sé, ¿Qué se le da a una chica? – Su sobrina tenía veinte años y era una ángel, ¿Por qué era tan difícil regalarle algo a una chica?

MI QUERIDO SECRETARIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora