La Reina de mi Corazón (CamrenG!P)

Capítulo 25 Final 3/3

Listen, please ⬆⬆⬆ 😪

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Narra Lauren:

Había oído y leído muchos cuentos de hadas a lo largo de mi vida; unos más famosos que otros, por supuesto, pero, jamás pensé que algo así me pasaría justamente a mí.

Recuerdo el primer momento en el que conocí a Camila, ella era simplemente una pequeña adolescente, como yo, vendiendo en aquel concurrido mercader.

Ahora que recuerdo, siempre rogaba al cielo por no tener contratiempos que evitaran que fuera a verla. A día de hoy, me estoy casando con la única mujer de la que me he enamorado; y, por supuesto, será la única mujer que esté dentro de mi corazón.

-Lauren, aceptas a Karla Camila Cabello Estrabao de Sholdentown como tu futura esposa, amarla y respetarla hasta la eternidad(?)

-Acepto.- Contesté mirando a la castaña directamente a los ojos.

-Camila, aceptas a Lauren Michelle Jauregui Morgado de Endelthom como tu futura esposa, para amarla y respetarla hasta la eternidad(?)

-Yo acepto.- Sonrió hermosamente para mí.

-Puede besar a la novia.-Finalizó aquel hombre.

Narra Camila:

Luego del anuncio, no esperé más tiempo para poder besar a Lauren, así que yo tiré de ella y la besé en los labios dulcemente. Era mi turno de tener la iniciativa para besarla en frente de todos.

Lauren siempre fue la valiente, la que peleará hasta el final por defender lo que ama, pero yo seré la única que luchará por ella cada día de mi vida, sin arrepentimientos, o querer algo a cambio de su cariño, porque tengo por más que garantizado que ella me amará por siempre.

Ahora, sus besos suaves comienzan a ser muy familiares para mi, pero a pesar de ello, siento que quiero conocerlos mucho mejor, explorando hasta el último rincón de aquellos delicados labios.

El mundo entero podía estar aplaudiendo, pero cada que estoy con Lauren nada importa; ya no hay mas nada por lo qué luchar; ya no hay guerras.

-¿Bailamos?-Mi esposa me invitó.

-Por supuesto.-Acepté estirándole mi mano izquierda.

Ambas, nuevamente nos colocamos en el centro para bailar una balada, pero, esta vez no había ninguna distancia entre las dos; sólo nos dedicamos a estar una cerca de la otra, dando giros sobre nuestras puntas de manera ocacional.

Instantes después, percibí cómo mi padre, el rey Alejandro, y la reina Sinuh se nos unieron al baile junto con otras personas que no podía mirar ahora ya que sólo me dediqué a ver los ojos de mi esposa.

Jamás me había dado cuenta, pero, estando muy cerca de ella, y fijándose muy bien, el color de sus ojos llegaba a cambiar.

-¿Qué ocurre?-Preguntó.

-Vamos.-La tomé de su mano y la llevé al balcón para terminar de bailar allí.

-Eres un misterio para mi, Camila.-Suspiró.

-Tenía que sacarte de allí, para estar a solas. No he tenido tiempo de verte y hablarte de cosas sin sentido como siempre lo hago.-Sonreí.

-Y... ¿qué tienes para decirme? - Preguntó luego de varios segundos de silencio. Aún no parábamos de bailar.

-¿Me amas?- Pregunté de repente.

-Eres mi esposa, Camila. Mis razones vienen en el paquete, y una de ellas es que te amo.- Me beso rápidamente en los labios.