Mi anhelo ... eres tú

Capítulo X - Luz y Oscuridad

Desde la pelea con Brown note que Gustabo estaba más agresivo, él aunque no lo parecía era alguien muy tranquilo, pero ahora actúa de una forma peculiar.

No paso mucho para que su padre, el director me convocara a su oficina para interrogarme, al igual que yo estaba preocupado por el comportamiento de su hijo.

- Horacio necesito hacerte unas preguntas

- Director  dígame

- Quiero que seas honesto, ¿qué ha estado haciendo Gustabo las últimas semanas?

- ¿haciendo de qué? No entiendo

- Si ha estado haciendo algo inusual o le ha pasado algo fuera de lo normal

- Ah ... nada

Me puse muy nervioso, claro que estaba haciendo cosas inusuales pero muy a pesar mío tenía que mentir que más podía hacer decirle que su hijo y yo nos besábamos o que se la había chupado.

- Enserio, ¿nada inusual?

- No señor

- Con quienes se juntan

- Con los de siempre Emilio, Segismundo, Manolo y Raúl

- Gustabo ayer a faltado a clases, no sé cómo cojones ha logrado salir del colegio

- ¿Enserio?, yo no sabía nada, esta mañana lo vi, estaba normal

- Ok, ok, quiero que me informes si se pone agresivo o crees que no actúa como Gustabo

- Claro yo le informare, pero no creo que a Gustabo le guste que yo le cuente cosas a usted

- Es por su bien Horacio, sé que mereces saber lo que pasa, pero por ahora confía en mi

Esa conversación causo en mí una angustia que no podía explicar, ¿por qué estaba tan preocupado Conway por su hijo? ¿y por qué necesitaba mi ayuda? Pasé el resto del día intrigado por aquellas preguntas, y no ayudaba nada el hecho de que no vi a Gustabo en toda la tarde.

Como siempre al caer la noche Manolo se tomó un rato antes de ir a la habitación, agradecía que fuera así, porque de ese modo podía hablar tranquilamente con Gustabo. Como me lo imaginaba ya estaba allí, pero se veía perdido como si estuviese confundido.

- ¿Gustabo?

- Horacio que bien que te veo, oye ¿sabes dónde estuve ayer?

- No ¿Por qué?

- No me acuerdo lo que hice, Horacio

Temblaba, pocas veces lo había visto así, me senté a su lado y lo abrase quería tranquilizarlo.

- Oye no quiero que le digas nada al viejo

- ¿Estas seguro?

- Si debo estar cansado eso es todo

Se acostó y sin más se durmió. Yo tenía la cabeza hecha un lio, algo no andaba bien y sabía que debía decirle a Conway, pero no podía traicionar así a Gustabo. Yo también decidí dormir un rato, al cabo de unos quince minutos escuché su voz, esta sonaba tan extraña, no sé cómo explicarlo era él, pero sin ser él.

- Horacio

- Gustabo ¿qué pasa?

Estaba parado frente a mi cama, se veía diferente por alguna razón me causo miedo.

- Gustabo necesita que tomes las llaves que están en el escritorio de Jack

- Pero ¿para qué?, no puedo