Mi anhelo ... eres tú

Capítulo XI - ¿Me amarías igual?

En toda la noche no pude dormir esperando saber noticias sobre Gustabo, estava ansioso de que las clases terminaran, tenía que ir a hablar con el director. En cuanto escuché el timbre que anunciaba el final de la jornada de estudios me dirigí tan rápido como pude a la oficina del director. Toque la puerta esperando que me dejara pasar, estaba muy nervioso, note que adentro se encontraba la señorita Evans.

- Sabes que tu hijo es un monstruo no Jack

- Aun así, es mi hijo, él no tiene la culpa

- Está bien tomate tu tiempo yo me ocupare estos días del colegio

La vi salir y detrás de ella el director

- ¿Horacio que haces aquí?

- Necesito saber que ha pasado a Gustabo

- Vamos a dar una vuelta Horacio

Nos subimos en el coche, el director se veía muy triste, nunca lo había visto así, incluso su voz estaba apagada.

- Horacio sé que eres la persona más importante para mi hijo, incluso te quiere más que a mí y como no hacerlo si eres un buen muchacho, lleno de luz, por eso voy a confiar en ti porque necesito que me ayudes

- Claro dígame que pasa

- Gustabo está enfermo, hace tiempo que le diagnosticaron trastorno de identidad disociativo, para que me entiendas trastorno de personalidad múltiple, mentalmente no está bien, ha estado mucho tiempo en tratamiento y creía que ya estaba solucionado, pero me equivoque. Se que hay algo que desata a la personalidad horrible que habita en su cabeza, ayer casi mata a golpes a un vagabundo y aun así sonreía con satisfacción, sé que es un psicópata, pero dentro también está mi hijo.

- Esa personalidad de la que habla se llama Pogo ¿no?

- Si ¿cómo sabes eso?

- Ayer de pronto hablaba en tercera persona mencionando a Pogo, además note que se refería a Gustabo como si no fuera él.

- Exacto ese psicópata es Pogo, créeme es muy peligroso, lo peor es que Gustabo no recuerda nada cuando vuelve a tomar el control

- ¿En qué puedo ayudar? estoy dispuesto a lo que sea por Gustabo

- Necesito que lo cuides, ya no quiero que se junte con nadie más que contigo, quiero que evites cualquier situación que haga que se sienta amenazo o se cabree

- está bien

- no quiero que nadie se entere entendiste, quiero evitar a toda costa que lo señalen como si fuera un monstruo porque no lo es.

- Jamás diré una palabra, no permitiré que le pase nada

- Gracias Horacio confió en ti

- ¿Dónde está ahora?

- Lo lleve a un centro psicológico, el dueño es amigo mío, ayer estaba descontrolado así que lo tienen dopado por el momento, me tomare unos días para estar con él.

- Podre irlo a visitar

- Por el momento no

Regresamos al colegio y me dejo ahí para partir, no sabía cuánto tiempo pasaría para volver a ver a Gustabo, subí a mi habitación y me tire en mi cama a pensar ¿y si nunca lo volvía a ver? no pude evitar llorar. Un rato después me desperté, sin darme cuenta me había quedado dormido, era lógico estaba muy casado, aun bostezando vi que Manolo estaba sentado en su cama leyendo un libro.

- ¿Horacio que paso? ¿sabes por qué Segismundo y Emilio están suspendidos tres días?

- Por robar el coche del director junto con Gustabo