Llego el domingo, el día en que los estudiantes del colegio Los Santos se reunían con sus familiares, creo que para todos era un día esperado, menos para mí, el domingo significaba tener que regresar a casa y sabía muy bien que pasando la puerta me esperaba un infierno.
Muchas veces prefería irme a dar vueltas por ahí, a perder el tiempo a cualquier sitio, evitando a toda costa ir a ese horrible lugar al que llamaba casa. Pero esta vez no podía escabullirme, era cumpleaños de mi padre y los familiares harían una reunión para celebrarle, así que debía estar ahí si no quería llevarme una bronca.
Estaba nervioso hace varias semanas que evitaba verlo, siempre me trataba mal, como si fuera basura, de algún modo que mi madre se fuera y nos abandonara para él era culpa mía, estoy seguro que solo pagaba la escuela para librarse de mí. Mientras pensaba en lo feo que iba a ser el día, Gustabo se acercó y me miró fijamente, él estaba al tanto de mi situación en casa así que solo puso su mano en mi espalda.
- Horacio, oye cualquier cosa sabes que puedes avisarme e iré por ti
- Lo se Gustabo de todos modos no quiero estropear tus planes con tu padre
- Que va, me dijo que trabajara así que no haremos nada en especial, por favor no dudes en llamarme si pasa algo
- No te preocupes, igual estarán otros miembros de la familia
- Vale, igual no olvides sacarte tu piercing vale
- Claro nos vemos mañana
Desganado me dirigí a casa, me sentía raro como si algo malo me pasaría o quizá era la idea de tener que lidiar con mi padre después de mucho. Cuando llegue ya estaban ahí varios parientes, subí rápidamente a mi habitación y me cerré ahí, sabía que no les agradaba por la pinta que tenía y la cresta roja no ayudaba la verdad. Después de un rato me llamaron para la fiesta, se comenzó a repartir bebida, lo que significaba un padre fuera de sí.
Nos sentamos todos a la mesa, yo a lado de mi padre, después de un rato y gracias a la típica tía metete todos comenzaron a preguntarme sobre los estudios y si ya tenía novia. Mi padre los miro y con un tono sarcástico respondió que tenia mas de una loca por ahí, preferí guardar silencio, sabía que cualquier cosa que dijera la usaría en mi contra.
- Vamos Horacio responde no seas maleducado
- Déjalo seguro le da vergüenza pobrecito
- Lo que le debería dar vergüenza es ser tan maricon
Todos quedaron en silencio un rato, yo estaba acostumbrado a sus insultos así que me daba igual. Después de un rato estando con mis primos les enseñe el piercing que tenía en la lengua y por un descuido sin darme cuenta mi padre también me había visto, se acerco furioso estaba claro que se encontraba mas que ebrio, me tomo del brazo con fuerza
- Pero que te crees para estar usando eso fenómeno de mierda
- Tranquilo deja al muchacho
- Cierra la puta boca que es mi hijo
Me llevo al segundo piso y me golpeo, el primer golpe lo recibí en el lado derecho de la cara terminando en el piso, sin más comenzó a patearme mientras no dejaba de decirme lo mucho que me odiaba
- Maricon de mierda eres una puta vergüenza
- Ya basta... para por favor
- La perra de tu madre debería haberte llevado consigo en vez de dejarme a semejante fenómeno
- Ya no me golpes papa
- Deja de llorar maricon asqueroso
Entonces escuche como vinieron varios a detenerlo, estaba tan lleno de ira que apenas lo apartaron, me ayudaron a levantarme, sin pensarlo dos veces tome rápidamente mis cosas y me fui, no sé de dónde saque fuerzas, pero debía largarme de ahí lo antes posible. Sentía dolor en todas partes, tenia una mezcla de sangre con lagrimas que gotean mientras caminaba, no podía respirar y no dejaba de pensar porque era tan cruel conmigo, tome mi celular y llame a la única persona en quien confiaba.
- ¿Horacio?
- Gus... Gustabo ven por mi... por favor
- Tranquilízate, estas en tu casa
- No me fui... estoy en la parada... dos cuadras de casa
- Ok espérame iremos por ti
No podía parar de llorar, no solo me dolían los goles también el alma, vi llegar un coche que se detuvo frente a mí, bajaron de el Gustabo y su padre
- Horacio hijo pero que te ha pasado, ayúdame Gustabo
- Tranquilo Horacio ya estamos aquí
No quería hablar, estaba demasiado roto, al llegar al hospital me sentía más miserable aun, después de que me atendieran y verificaran que no tenia nada grave nos fuimos al departamento donde vivían Gustabo y su padre.
- Gustabo ve por algo de beber para Horacio
- Claro
- Horacio cuéntame que ha pasado
- Mi padre se ha enojado y me a golpeado
- Pero que hijo de puta, ¿por qué?
- Por que soy un maricon asqueroso
Comencé a llorar nuevamente, entonces sentí el abrazo de Conway
- Tranquilo, no vuelvas a decir algo así
- Pero que cerdo tío, soy capaz de ir y darle una lección
- Gustabo por Dios, no pienses en hacer estupideces anormal, lleva a Horacio al baño que se de una ducha y así se relaja un poco y préstale algo de ropa
- Vamos Horacio
Me tomo del costado con delicadeza, sentirlo a mi lado era lo único bueno que me había pasado
- Vamos dúchate vale
- Gustabo...
- ¿Qué pasa?
Lo abrace con toda mi fuerza, lo necesitaba mas que nunca, no quería separarme de él, no quería pensar en la mierda de día que había tenido, ni en lo miserable que me sentía, no quería pensar en nada solo en él como siempre, con solo sentir su calor me bastaba.
Mientras me duchaba llore otro tanto, desearía no ser tan sentimental, después de secarme y ver el moretón en mi ojo y los de mi costado escuche a Gustabo tras la puerta, quería que le abra para que me pase ropa, olía tan delicioso que ponérmela me saco una sonrisa.
- Pero que guapo tío
- Me queda un poco chiquita
- Pero que dices, si solo eres un poco más alto...
- Chicos ya están listos
- ¿Para qué?
- Para salir, vamos a comer algo y después podemos ir al cine si quieren
No montamos en el coche y nos fuimos a comer hamburguesas, después por un helado y directo al cine, poco a poco fui olvidando el mal rato que había vivido, camino al departamento Conway comenzó a hablarme, lo quería como a un padre.
- Horacio a partir de ahora pasaras todos los domingos con nosotros vale
- Pero director no quiero molestar
- No molestas, no voy a permitir que vuelvan a hacerte daño, no solo porque eres importante para mi hijo, sino que yo te tengo aprecio, solo prométeme no dejar que nadie te pizote nunca, eres un muchacho maravilloso
- Gracias director Conway
De pronto recibí un mensaje de Gustabo que estaba en el asiento delantero
- Que sentimental está el viejo jajaja
- No seas malo, tú padre es muy dulce cuando quiere
- A que me insulta jajaja
- No creo está muy tranquilo
- Que tanto hablan por celular Gustabo
- Le estaba diciendo a Horacio que esta noche le voy a comer la verga
- Gustabo anormal
Comenzamos a reírnos de las ocurrencias de Gustabo, como le gustaba hacer renegar a su padre, estaba tan feliz de estar con ellos, al fin y al cabo, solo quería estar a su lado.
ESTÁS LEYENDO
Mi anhelo ... eres tú
RomanceAU-escolar de "GTARP - Spainrp" . Se centra básicamente en las vivencias del colegio, las amistades y por supuesto el enamorarse y perder la razón por alguien como lo hace en este caso Horacio un muchacho que aparenta ser rudo pero que tiene un cor...