Para el no es un juego.
— ¡Chicos, buenos días! — Jane se tira encima de Toby y Masky, que dormían cómodamente abrazados en la cama del oji-miel. Estos despertaron en el momento, encontrándose en la adorable posición en la que están. — levantense, les he preparado el desayuno.
— Oh, gracias Jane, que linda. — Toby se sienta sobre la cama quedando frente a Jane, sonriendole amigablemente mientras el chico a su lado, se quejaba por la falta del caliente cuerpo del castaño abrazandolo.
Jane se sonrojo al oír eso, y más aun al ver lo tierno y atractivo que se veía Toby en su pijama mal acomodada, su camisa de manga larga café dejando a la vista su hombro derecho y su cabello desarregrado y sobre su cara, además de su narizita levemente roja.
¿Nunca se había dado cuenta de lo violables que era? Y otra pregunta, ¿Por que todavía no lo violaba?
Masky se levanto en ese momento, dejando sin aliento a la pálida chica, pues este no llevaba camiseta y se veia infernalmente sexy. Su cabello igualmente alboratado, solo que este un poco más hacia un lado, con ojeras que, aunque no suenen atractivas, le daban un aspecto que te hace temblar bajo tu ropa interior. Además, mostrando su lamible cuerpo.
Así es, Lamible.
— ¡El último que llegue es un cadáver decapitado! — Grita el chico tic saliendo disparado por la puerta, sacando a Jane de sus pensamientos obscenos.
Ella tomo ventaja y corre tras de Toby mientras reía, dejando al ultimo a Masky.
Al llegar a la cosina, Toby quedo maravillado, con un brillo excepcional en sus ojos, sintiendo como la baba quería salir de su boca. Jane ríe al verlo, feliz con el resultado que tubo al preparar el desayuno para los chicos, y Masky, el solo sonreía por el chico frente a el.
— W-waffles.... ¡Waffles, Jane, waffles! — Se lanza a abrazarla, desbordando alegría. — ¡Te adoro!
No la piensa ni un segundo, y se sienta a comer, o mejor dicho a atragantarse con los waffles, los cuales saben deliciosos, y aun más calientitos y con maple. Los otros dos se sentaron a desayunar con el, disfrutando de la delicia que había preparado Jane.
Pero en eso, Toby no podía tragar, y con la boca atascada intento hablar.
— Eshe... Ero eshe... — Murmura, tratando de darse a entender, pero sus compañeros solo lo miraban confusos. — Eshe.
— ¿Ese? ¿Ene? ¿Este? — Comienza Jane a interpetrar, pero sin adivinar. Masky solo se reía del chico — No entiendo Toby, ¿Que quieres?
— Eshe... Eshe.. Eshe.
— Leche, quiere leche. — Interrumpe Hoodie entrando a la cocina, dirigiéndose al refrigerador y sacando el cartón de leche, sirviéndole un baso a Toby. — Ten cariño.
Toby lo toma y comienza a beberlo, sintiéndose aliviado, mientras Hoodie acaricia su cabello.
Cuando termina de beber, se limpia la boca con el dorso de la mano, para luego mirar a Hoodie.
— Gracias. — Le sonrie lindamente, resibiendo a cambio otra agradable sonrisa del chico.
— Buenos días, Hoodie. — Saluda la chica, llamando su atención, haciéndolo despegar la mirada de Toby. — Les prepare el desayuno.
— Gracias, Jane.
Hoodie toma un plato y se sirve.
Y así, todos terminaron de desayunar y Jane se ofreció a lavar los platos, lo cual ninguno de los tres reclamo.