Existe la ropa, ¿sabes?

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Lamentablemente no podía estar en el balcón debido a la continua lluvia, así que estaba del otro lado de la ventana mirando el cielo y el jardín hasta donde alcanzaba su vista.

-¿Entonces pasó allí la noche?- Se escuchó al otro lado del teléfono

-Si,tampoco puedo explicarlo

-¿Dejaste que un completo extraño durmiera en tu misma cama?

-Así parece. ¿Estuvo mal?

-Moralmente sí, pero tu moral es extraña

Un movimiento de sabanas lo alertó.

-Debo colgar

Lester abrió los ojos y se sintió perdido, miró el techo unos segundos y luego volteó. Enseguida se cubrió el rostro con la sabanas al ver a Patrick

-B-Buenos días

El castaño bajó la vista y rodó los ojos, olvidó ponerse algo. Tomó un pantalón del suelo para usar y le quitó las sabanas al rubio.

-¿Desayuno?

-Uh..De acuerdo

Patrick golpeó la puerta de la habitación un par de veces y esperó hasta que alguien se acercó a esta por el pasillo.

-¿Si,Patrick?- preguntó la mucama

-Trae el desayuno,dos de todo. Desperté hambriento

La mujer asintió y se fue. Patrick regresó a la cama y se sentó junto a Lester.

-¿Trabajas?

-¿Qué?

-Vives solo. ¿Cómo ganas dinero?

-Oh,claro. Si,yo... trabajo en... una lavandería

Lester hablaba lento y seguro pensando en una buena mentira, Patrick creyó que edtaba avergonzado por su estilo de vida tan diferente al suyo.

-¿Una lavandería?

-Me gusta lavar ropa

-Bueno, como dicen. Para gustos, colores

-Si..

El castaño miró su biblioteca

-¿Lees poesía?

-Algo..

-¿Beckett?

Lester inclinó la cabeza de lado

-"Y el sol brilló, sin otra alternativa, sobre lo nada nuevo"

-No lo conozco,lo siento

Patrick se acostó a su lado y puso los brazos detras de su propia cabeza.

-¿Qué haces para divertirte?

-Lavo ropa..

-¿En serio?

-A veces miro la televisión

-Puedas verla aquí si quieres

El mayor se levantó, rebuscó bajo la cama y sacó el control remoto. Se lo lanzó a Lester en lo que se ponía de pie y fue a abrir la puerta justo antes de que la mucama tocara.

-Tiempo justo. Muchas gracias

-Disculpe, pero..

-¿Si?

-Hayé esto en la campera que me dio para lavar

La mujer sacó una servilleta doblada de su delantal y la abrió; allí había dos llaves, algo de dinero y un encendedor de plata que Patrick reconoció enseguida. Tomó los objetos, los guardó en su pantalón y recibió la bandeja.

Eso es mío (Lestrick)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora