✺ 5 Seconds of Argentina ✺

30 -Hulk, el celoso.

Era incómodo sentarse con Ashton y no poder acercarse a él.

La confianza entre nosotros había desaparecido.

Hasta que se me ocurrió una idea.

"Mira lo que tengo" -escribí en el iPhone para después mostrarle a él.

Agarré mi bolso y saqué un labial rojo sangre.

Ashton abrió los ojos grandes y una sonrisa de malicia apareció en su cara.

"Pido a Michael" -escribió como respuesta para después entregar el iPhone y que la leyera. 

Asentí con la cabeza y le dí el labial. 

Nos paramos y caminamos por entre los asientos. La primera víctima fue Michael, ya que era el más duro en despertarse porque dormía como morsa.

Irwin corrió el flequillo de Cliff de su frente y le escribió "Kiss Me", para después ir a sus labios y pintárselos. En sus cachetes dibujó dos... ¿pijas?

JAJAJAJAJJAJA.

Empecé a descontrolarme y reírme como foca, y Ashton me chistaba para que me callara.

Pude calmarme. 

-Mi turno -hablé con mímica y le saqué el labial de la mano para dirigirme a Calum.

Le saqué la gorra que tenía sobre la cara delicadamente y empecé a hacer una obra de arte sobre ella.

En sus cachetes dibujé corazones y debajo de sus ojos líneas. No tenía imaginación para nada.

Por último, llegué a Hemms que tenía una remera de cuello grande. En su pecho escribí: "Mommy's boy♥♥♥" y caritas felices por toda su cara.

Me dí vuelta y miré a Ashton.

-¿Qué pensás? -sonreí divertida. Él leyó lo que decía en Luke y se empezó a reír. 

Estiré mi mano y manché su cachete para que se callara. Abrió su boca grande, indignado. 

-No lo hiciste -dijo amenzante. Pasaba sus manos por la parte que había pintado y miraba cómo restos de maquillaje rojo quedaban en sus dedos.

-Lo hice -afirmé orgullosa. Le saqué la lengua.

Fué infantil pero fué lo único que se me ocurrió.

En un movimiento rápido me sacó el labial y lo pasó por todo un lado de mi cara.

-¡Ashton! -grité despacio para no despertar a nadie. Le pegué una piña en el hombro.

-¡Brooke! -se quejó él más fuerte, lo que me hizo reaccionar dándole otra piña.

-¡LA COMIDA! -gritó Michael, desesperado se podría decir. Se sentó derecho en su asiento con los ojos cerrados-. ¡La comida se vá! -su voz fué disminuyendo y volvió a caer contra el espaldar del asiento dormido.

Ashton y yo nos miramos. Empezamos a reír fuerte.

-Chicos, cállense -Calum soltó con enojo y se acomodó cerca de Luke para seguir durmiendo.

Chocamos los puños con Irwin al ver nuestra misión cumplida y nos volvimos a sentar en nuestros asientos. 

Se podía decir que la confianza que alguna vez perdimos, volvió después de teñir a todos de rojo con un labial de $10 comprado en una perfumería barata de la Panamericana en las vacaciones de los Griffin del 2008.

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