Libertad, limitada libertad

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Félix se dedicó a comer su pie a gusto, aunque se sintiera abrumado por lo que recientemente había pasado, no siempre se disfruta de una porción doble de pie de limón, así que decidió olvidar por el momento lo que pasaba por su mente y corazón.

Recién estaba terminando su copa de agua y su último trozo de pie cuando se escuchó la puerta abrirse abruptamente, Hyunjin estaba  buscando algo con la mirada y al fin lo encontró cuando su vista chocó con la de Felix que estaba aún sentando en la mesa.

Hyunjin le hizo una señal con la mano para que fuera hacia el y así lo hizo el menor, se levantó rápidamente de su asiento y se dirigió al lado del más alto, y este puso su mano en su espalda y lo llevo, prácticamente, empujándolo hacia las escaleras rumbo a si habitación.

Hyunjin se veía con una mirada seria, su vista estaba enfrente, en ningún momento volteo a mirar al pequeño australiano, este tenía miedo de que algo malo le hubiera pasado, Hyunjin se había ganado su confianza muy rápido, esa era una debilidad y a la vez linda características del menor, entrar en confianza rápido.

Mientras iban por el pasillo que da a su habitación Felix iba pensando en que decirle al mayor, quería saber qué estaba pasando, así que puso en marcha su plan cuando Hyunjin estaba abriendo su puerta.

-Hyunjin- lo llamo de manera amable, este volteo a verlo y solo hizo un sonido con su garganta haciéndole saber que tenía su atención.

-¿Pasa algo? Estas más serio de lo normal- le dijo el menor preocupado, sabía que no eran lo suficientemente, bueno, para nada cercanos y que no debía importarle los problemas del mayor, pero no podía evitar sentir curiosidad.

-Estoy apurado, solo eso, debo ir con Chris a una reunión de trabajo en unos minutos así que perdón si no te acompaño un rato en tu habitación, el jefe me necesita- le dijo Hyunjin con la respiración algo agitada.

-Oh, está bien, cuídense entonces-le dijo Felix con una sonrisa sincera.

-Gracias Felix, descansa por favor-

-Lo haré- dijo Felix metiéndose a su habitación cerrando la puerta tras de él, escuchando el característico sonido de la cerradura dándole a entender que, otra vez, estaba encerrado.

Estaba mentalmente cansado, los acontecimientos de la cena y la sensación de que el trabajo al que se dirigían Chris y Hyunjin no era uno bonito no lo dejaban en paz, se dirigió al baño y se lavo su cara para quitarse el maquillaje de su cara, el cual seguía intacto, si que eran de calidad los productos.

Después de estar seguro de que no tenía maquillaje encima se aplicó una crema hidratante de un pequeño frasco que estaba cerca del lavabo, su cara se sentía fresca y al verse en el espejo le gustó el brillo natural que la crema le daba a su rostro, hasta llegaron a gustarle sus pequitas que se veían lindas esa noche, algo que, según Félix, no siempre pasaba.

Salió del baño y se dirigió a su gran clóset, iba a buscar algo cómodo para dormir pues estaba cansado de tanto ajetreo, a pesar de que no eran ni las 10 de la noche se dispondría a tener un buen sueño reparador.

Se quitó la ropa quedando solo en boxers, y la ropa que recién se había quitado la puso en un cesto que estaba cerca.

Buscó y buscó por todo el lugar hasta que encontró, al parecer, la sección de pijamas, se topó con varios tipos de pijamas de varios colores, pero uno en específico le llamó la atención, era un pijama blanco con puntos negros, le daba la sensación de un perro dálmata o una vaquita, le encantaban los animales así que no dudó en escoger ese.

La pieza consistía en una camiseta de manga larga, la tela era ligera, casi igual a la seda así que no le daría calor en la noche ni tampoco pasaría frío, y la parte de abajo eran unos pantalones del mismo tipo de tela.

~Humo de la noche~ BanglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora