~Humo de la noche~ Banglix

Recuerdos del...pasado presente?

Felix aún estando en su pequeño trance por lo recientemente ocurrido con el mayor, ni se preocupó por ponerse la parte baja de su pijama, puso la llave en una de las mesitas de noche al lado de su cama, se metió en esta y se cubrió con la frazada que estaba ahí, que era de un color gris, a juego con todo en su habitación que iba de los mismos tonos de colores, era algo gruesecita así que no pasaría frío en la madrugada.

Todos los momentos de la noche estaban pasando por su mente, esos casi besos, las palabras dichas por ambos, la cercanía de cada uno, a pesar de la forma en que se estaban conociendo el como interactuaban no se sentía mal, o al menos no tanto, y al menos está última vez en su habitación no se sintió forzado a decir lo que dijo, no como en el comedor.

Comenzaba a pensar si era así como se sentían las personas que sufrieron o sufren síndrome de Estocolmo, el no era de juzgar a nadie y cuando veía documentales cuando estaba aburrido en casa y observaba como esas personas se enamoraban de sus secuestradores creía que debían estar muy locos para hacer eso, pero al final siempre decía.

Amor es amor Felix, al menos ellos tienen a quien amar.

Ahora veía que esa posibilidad no era tan loca, de más está decir que el nunca se enamoraría de Chris, eso sería muy extremista de decir...ahora.

Pero no mentiría que la primera vez que lo vió creyó que era un modelo de revista, un dios bajado del Olimpo, un ángel caído del cielo, un idol de K-pop por la perfección de su rostro y así una lista entera de comparaciones y aún así se quedaban cortas para expresar la hermosura de Chris Bang.

Y así Felix poco a poco se fue quedando dormido pensando en el hombre que ahora estaba tomando el mayor tiempo en sus pensamientos, dándole algo de miedo, un miedo que llegaba a ser gratificante.

Mientras tanto en un lugar lejano a la mansión Bang, Chris y Hyunjin se dirigían a la casa de uno de sus socios más importantes, un hombre con un gran poder en Corea del Sur al igual que una gran mala fama pues se dice que maneja negocios turbios por todo el país.

Mientras iban en el auto todos los momentos de la noche estaban pasando por la mente de Chris.

Recordaba la manera en la que el pequeño se sonrojaba por sus palabras o por la forma en que lo trataba, recordaba como sonaba la palabra Daddy en su dulce boca la cual con tantas ansias quería probar, más no lo haría hasta que el menor rogara por ello.

Recordó la primera vez que vió a Felix, fue al apartamento de Seungmin pues quería disculparse por sus acciones, tenía ese problema de forzar a las personas de la peor manera a estar con él, bueno a veces, pues su psicóloga decía que era un pequeño trauma por no recibir el amor suficiente de pequeño pues sus padres nunca estaban en casa, al cumplir 17 años la policía trato de asesinar a su padre en un ataque en contra de su familia, ese día era la primera vez en tantos años que convivía con su padre, este le estaba enseñando que algún día el se iría y el debía hacerse cargo de algunos trabajos familiares, pues al ser menor no podía tomar el cargo de su padre, de la nada sirenas y gritos se empezaron a escuchar, su padre le dijo que se escondiera debajo de su escritorio mientras el veía que pasaba, de dio un arma y le dijo.

Hijo, si algo llega a pasarme, recuerda que tú madre y yo te queremos.

Le dio un beso en su frente y se dirigió a la puerta de la oficina, el joven Chris a pesar del miedo que sentía en ese momento se sintió la persona más feliz del mundo, sus padres lo quisieron por una vez en su vida.

Escuchó como su padre intercambiaba palabras con un policía y como éste decía que si no se entregaba lo mataría a él y se llevaría a su familia, su padre trataba de hablar pero este no lo escuchaba y escuchó como este accionaba el gatillo, sin pensarlo salió de su escondite y al levantarse vio la espalda del policía y sin dudar 2 veces disparo dando en el blanco, el policía cayó de frente y la mirada sorprendida de su padre lo hizo pensar en si lo que había hecho estaba bien pero no tuvo tiempo de seguir pensando pues su padre lo tomó y se lo llevó por un pasadizo secreto hasta fuera del lugar, se escabulleron hasta el auto de su padre y se fueron a casa.