𝙄 𝘾𝙖𝙣'𝙩 𝙎𝙩𝙤𝙥 𝙇𝙤𝙫𝙞𝙣𝙜 𝙔𝙤𝙪

VEINTICUATRO

Dean le disparó a Dina. Castiel lo abrazó y no dijo nada.

-Acabo de dispararle a una niña.-Dijo Dean con la mirada perdida.

-Lo sé, no había más que hacer...-Se mantenían juntos, Castiel acariciaba los mechones de cabellos de la nuca de Dean.-Tenía 22.

-Tranquilo.-Castiel acarició su espalda y Dean cerró los ojos rodeando la cadera de Castiel.

No sabía qué sería de él dentro de unas horas, pero estar así. Con Castiel. Lo era todo. El tiempo se detenía a su alrededor y parecía que solo estaba él y el ex ángel en todo el universo.
Jamás había amado (románticamente) tanto a alguien su vida, desde de que Castiel había aparecido en su vida, la había puesto de cabeza. Pero no se arrepentía ni un segundo de haberlo conocido.
Si tuviese que volver en el tiempo a cuando estuvo en el infierno durante 40 años solo para que Castiel lo rescatara, lo haría sin pensarlo. Si nunca hubiese hecho ese trato con ese demonio de encrucijada, no hubiera conocido al amor de su vida. Pasaría 100 años en el infierno por Castiel. 10, 0000 años si fuese necesario.
Por fin tenía una vida donde era libre o al menos eso creía hasta que Dios apareció de la nada, muchas veces se preguntó si lo suyo con Castiel fue algo auténtico, pero cuanto lo besa sabe que lo es. Es su lugar feliz, se siente seguro a su alrededor y lo ama probablemente incondicionalmente.
Durante unos minutos se mantuvieron inmóviles, disfrutando del momento, con el temor de ser los siguientes el volverse locos.

Donna parecía no haber sido afectada por el disparo de Sam, le había dado en la pierna, pero eso parecía no detenerla. Garth saltó sobre la espalda de Donna y con un gancho logró por fin dormirla.
Sam dejó escapar un suspiro y corrió hacia Jody.

-¿Cómo está tu brazo?-Preguntó Sam.

-Un poco roto.-Jody se quejó.

-¿Puedes moverte?-Preguntó Garth.

-Si, sigamos.-Dijo Jody tomó un pañuelo y lo amarró en su hombro con ayuda de Claire para hacer un soporte para su brazo.

Sam cargó a Donna entre sus brazos y continuó caminando.
Se preguntaba dónde demonios estaba Amara, Chuck parecía estar exterminándolos y no había ninguna señal de su hermana. No sabía si debía rezarle, eso no funcionaría en ella, pero estaba desesperado, cualquier ayuda es buena.

La llamó en su mente varias veces hasta que a sus espaldas las hojas crujieron. Sam dio media vuelta y se encontró con Amara sonriéndole.

-Veo que empezaron sin mi.-Los miró a cada uno de los cazadores, heridos y asustados.-¿Dónde está Dean y mi sobrino-ángel?

-No sabemos nada de ellos.-Sam apretó la mandíbula y apartó la mirada.

-Tal vez debería localizarlos para reunirlos.-Amara asintió y cuando estuvo a punto de desaparecer, Chuck la detuvo.

-Veo que pensabas traicionarme.-Chuck apareció frente a ella.

-Pensaba evitar que te arrepientas.-Amará movió la cabeza intentando sonar obvia.-No quieres destruirlos, los amas y entiendo porqué lo haces...

-Quiero comenzar una nueva historia y ellos me estorban...-Chuck señaló a Sam.

-No tienes porqué hacerlo en este universo.-Amará negó.-Ni siquiera en esta galaxia.