Prólogo

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Dave entró en la biblioteca, dispuesto a continuar con la lectura de aquel magnífico libro. El lugar estaba casi desierto, a excepción de Nayla, que hacía su turno de bibliotecaria aquel día. Él solo le dirigió una leve sonrisa, y ella respondió de la misma forma.

Al llegar a la sección de "Ficción y suspenso", tomó el libro de portada negra, en el frente se podía leer en letras doradas "El hombre sombra".

Buscó un rincón apartado de todo, y se sentó en el suelo dispuesto a leer. Solo tenía treinta minutos de receso, así que debía comer mientras leía.

Antes de comenzar con su lectura, colocó una alarma en el celular para que sonara en veinticinco minutos. Le había costado mucho volver a sus rutinas diarias, y no quería volver a perderlas.

Una vez estuvo todo en orden comenzó a leer.

Pasaron quizá unos diez minutos, cuando un sonido agudo llenó el recinto. Era como una especie de silbido, pero esta vez no estaba solo en su cabeza. No. Esta vez el sonido provenía de un lugar específico de la biblioteca.

Dave se puso en pie rápidamente, y comenzó a seguir el sonido, esperando encontrar así su núcleo. Pasó por el despacho, pero no vió a Nayla. "Quizá ha ido a por un café", pensó. Continuó con su cometido.

Llegó hasta un rincón oscuro de la biblioteca. Un lugar oculto en las sombras, unas sombras que parecían ser antinaturales, pero aún así pudo divisar una figura allí. Alguien estaba oculto en aquel rincón. Por su estatura y compostura, parecía ser un hombre. Llevaba encima lo que parecía ser una bata, y un sombrero, pero no podía notarse un color específico en aquellas prendas, pues las sombras se intensificaban allí donde él estaba. Por alguna extraña razón, Dave se percató de que las sombras parecían emanar de aquel extraño, pero eso era imposible.

El sonido parecía provenir de aquel hombre y, al notarlo, Dave sintió cómo un escalofrío recorría su cuerpo.

- Hola - dijo el chico. Inmediatamente el sonido calló -. ¿Busca algún libro en específico? Yo podría ayudarle.

El hombre no respondió. Solo se quedó allí, quieto.

- ¿Es usted algún profesor o algo así?

El hombre comenzó a voltearse lentamente y Dave dió un paso atrás. Sus nervios estaban de punta. Sus manos temblaban, aunque no hacía frío allí, y su mente comenzó a trabajar deprisa en buscar alguna explicación lógica a lo que sucedía.

Cuando el hombre se hubo terminado de voltear, y cuando estuvo al fin frente a frente con el chico, éste sintió cómo un escalofrío intenso estremeció su cuerpo, dejándolo así pasmado frente aquella extraña figura...

El hombre sombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora