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El día había pasado rápidamente, ya en tan solo horas darían inicio al festival de la diosa luna, donde se verían muchas parejas formadas y uno que otro matrimonio dañado por encontrar a su amor destinado después de tanto tiempo esperando.

Jimin estaba en la casa de Jungkook, comiendo una bolsa de frituras y esperando a que su amigo terminara de alistarse para poder salir hacia dicho festejo.

—Estoy listo, vámonos. —dijo el pelinegro. Jimin volteó a verlo y casi se desmaya, su look era simplemente...

—Te ves horrible así vestido. No te dejaré salir así.

—Bueno, pues gracias por ser un buen amigo y destrozarme de esa manera tan cruel. —se llevó una mano al pecho dramatizando.

Jimin rodó los ojos y abrió el closet para buscarle algo mejor, encontró unos pantalones negros ajustados, una camisa blanca algo holgada que seguro dejaría ver sus preciosas clavículas y una chaqueta al estilo militar que se vería magnífica con lo demás.

—Te vas a poner esto con tus botas negras y no quiero peros... —el rubio se puso serio al decir lo último. —Hoy es un día especial y tienes que demostrar que nosotros, los omegas machos somos hermosos al igual que las chicas.

Kook sólo calló y acató lo que su amigo le dijo, sabía que Jimin era capaz de noquearlo y vestirlo si fuera necesario, pero tendría que salir con la ropa que él eligió si o sí.

Cuando Jungkook salió del baño ya vestido Jimin lo sentó en la cama y comenzó a maquillarlo sin siquiera avisar.

—¿Qué haces Jimin? No, basta...

—Tú dejármelo a mí, los alfas se volverán locos al verte hoy... —una sonrisa malevola y picarona se asomaba en los labios del rubio.

—Pero no quiero ser un trozo de carne ahí, ¿Por qué no lo haces tú?

—Porque ya tengo a alguien que me corteja, estúpido. Y seguro que el idiota de Taehyung estará ahí comiéndose a la zorra de Tiffany.

—¿Y qué tiene que lo haga?, no me importa.

—Pues tiene que importarte, su familia y él son el tipo de personas por las cuales nosotros los omegas machos estamos marginados, debemos vernos hermosos para que sepa que no somos unas basuras como siempre nos llaman. —hizo una pausa mientras colocaba labial humectante de color en los belfos de kook. —Ademas él siempre se mete contigo más de lo que debería, demuestrale que tienes más poder que él y que no eres un huérfano asqueroso como siempre te llama. Ya está, mirate en el espejo.

Kook se levantó y se dirigió al espejo sólo para notar su belleza en un punto máximo, sus labios se veían de un color rojo suave que le daba un aspecto jugoso, su cuerpo se veía mil veces mejor con esa ropa que con la ropa holgada y gris que siempre se ponía para no llamar la atención. Su cabello largo y despeinado daba el toque final para su look, siendo aterevido y revelde sin llegar a ser vulgar. Estaba sorprendido, no creía que fuera él mismo.

Jimin por otra parte estaba orgulloso de verlo así de lindo, pero si no se daban prisa llegarían tarde para el festejo así que lo tomó de la mano y lo llevó caminando apresurado al parque central del pueblo, donde se llevaría a cabo todo.

In Your Place || Vkook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora