Capitulo 33

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—¿Asi que solo lo buscas por sus besos?—Pregunto siguiendome el juego.

—No.—Dije sonriente.—Tambien dicen que...Pero son solos rumores eh. Se cuenta que cuando te abraza, te hace sentir especial y nada menos que segura, como si nada pudiera afectarte cuando te envuelve en sus brazos. Que sus caricias son como tocar el cielo con la punta de los dedos y al momento que su mirada se encuentra con la suya...todo lo de alrededor desaparece.—Mientras yo hablaba empecé a andar hacia Abraham pero antes de llegar a el me pare. —Pero...¿Sabes que?—Dije sin dejarlo contestar y seguí hablando. —Me an contado que es demasiado celoso.—Hizo un gesto de asco, y Abraham me miraba con los ojos abiertos como platos.

—...Me gusta que me celen.—Dijo Abraham, seguí hablando sin importar lo que fuera a decir o como fuera a reaccionar.

—Pero sin sentido y mucho menos que me trates mal.—Hablaba tranquila sin sonar molesta ni nada por el estilo.

—¿Sin sentido?—Cuestiono poniéndose de pie. —No creo que sean los celos sin sentido...Tal vez le gusta cuidar lo que tiene cerca.—Dijo caminando hacia mi.

—¿Cuidar?—Rei.—Pues si sigue 'cuidando'  como lo está haciendo, dentro de poco no tendrá nada que 'cuidar'.—Le Sonreí y me di media vuelta para salir de su habitación pero el me lo impidió cogiendome de la mano.

—Lo siento.—Dijo haciéndome girar y quedar nuevamente enfrente de el.—Te juro que trato de contenerme, pero no lo logro.—Acaricio mi mejilla dulcemente.

—Abraham ya lo hemos hablado. —Le dije seria.—Y yo estoy cambiando mi forma de ser por ti, y a la primera cosa que pasa me dejas sola o me dejas de hablar, sin ni siquiera escucharme. —Subio su mirada a mis ojos y empecé de nuevo a hablar.—Y siempre tengo yo que ir detrás de ti...—Ahora yo mire al suelo.

—Perdoname.—Cogio mi barbilla para levantarme la cabeza y mirarme a los ojos.—Pero el simple echo de que no estés conmigo me pone mal.—En su mirada solo veía sinceridad y arrepentimiento.

—Abraham...—Alargue mientras lo abrazaba.—Si estoy siempre contigo.—Le dije riendo.

—Y así quiero que sigamos.—Cogio mi rostro entre sus manos y me miraba sonriente.

—Te quiero mucho Abraham.—Le dije poniendome de puntillas y haciendo presión con nuestros labios.

—Yo también te quiero mucho.—Ahora el unió nuestros labios, pero no solo para hacer esa presión como yo había echo. Los acoplo perfectamente sobre los mios que estaban entreabiertos, succionaba mi labio inferior con suavidad mientras el pasaba sus manos por mi cintura y finalmente las dejo en mi espalda. Yo tenía una mano en su cuello y con la otra acariciaba su mejilla. Se separo de mis labios, pero aun sin soltarnos del abrazo.

—Es tarde y mañana tienes que ir al instituto.—Pase mis brazos por su nuca y así sujetarme mejor.

—Pero no quiero dormir todavía.—En realidad si quería, estaba muy cansada. Pero mis ganas de estar con Abraham eran mayores.

—¡Hey! Recuerda que sigo siendo tu niñero.—Dijo Abraham, y luego beso cortamente mis labios.

—Esta bien, pero solo si tu vienes conmigo.—Le dije cogiendo su mano.

—No.—Contesto serio mientras que yo lo mire extrañada.—Ahora tu te quedas a dormir.—Camino hacia atrás hasta llegar a la cama, se sentó y tiro de mi mano para que me sentara en sus piernas, sus labios volvieron a probar los mios, mientras el con su mano izquierda me proporcionaba ligeras caricias en la espalda, y su mano derecha estaba entrelazada con la mía.

—Hey, hey, hey.—Dijo agitado separándose de mis labios. —A dormir e dicho.—Solto una carcajada.

—Tu as empezado.—Me defendí riendo.

—Y tu me as seguido.—Dijo Abraham y me dio un beso en la mejilla.

—Es imposible no hacerlo.—Me puse de pie para luego sentarme en la cama, me tumbe y deje un sito para Araham quien me miraba divertido.

—¿De que te ríes?—Le pregunte sonrojada.

—De nada...—Entro debajo de la manta y se tumbo mientras me abrazaba por la cintura. Yo apoye mi cabeza en su pecho, y me quede completamente dormida mientras sentía que subía y bajaba por su respiración.

~Mi Niñero~ (Abraham Mateo Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora