~Mi Niñero~ (Abraham Mateo Y Tu)

Capítulo 56

-No os preocupéis...No e visto nada.-Contestó Susana.

¿Qué no podía ser Justin o Tony? ¡No! Tenía que ser Susana la que nos había visto en mitad de nuestro beso. Tape mi cara muerta de vergüenza.

-Oye ya está, ya a pasado.-Dijo riendo.

-¿Ya a pasado?-Dije irónica.-Tu madre nos a visto basándonos y tu dices "ya a pasado".-Esto último lo dije con una voz grave semejando la de el, quien me miraba divertido.

-Es que no pasa nada _____(tn).-Me dijo tranquilo.
-Después de todo algún día se iban a enterar.-Acarició mi mejilla.

-Pero no es así Abraham...-Le dije mirando hacia abajo-A saber que pensará de mi.-Realmente me importa mucho lo que pinse su familia de mi.

-Ya hablaré con ella y se lo explicaré.-Depósito un beso en mi frente.-Y ya te lo a dicho ella te adora.-Hizo que una sonrisa se colara entre mis labios.-¿Vamos?-Me preguntó entrelazado nuestros dedos.

Caminamos escaleras arriba, lo que pasa que ahora estaba muy insegura.

-¿Y?-Dijo cuando llegamos a la puerta de su habitación.

-Gracias por traerme.-Bromeé

-Espero que te hayas divertido.-Me siguió el juego.

-Si, ha sido divertido.-Jugaba con mis dedos tontamente.

-¿Nos veremos luego?-Preguntó sonriente.

-Por que no...-Le sonreí igual.

-Hasta...Hasta luego.-Dio un beso en mi mejilla, se dio media vuelta y comenzó a caminar.

-Abraham.-Susurre un poco más fuerte y este me miro.-¿No te gustaría pasar? Y no se ¿Hablar?-Fingi nerviosismo.

-Me encantaría.-Se acercó de nuevo a mi y me abrazó por la cintura.

Nos metimos en la cama, pasó mi mano por su espalda, y yo pasé mi brazo por su cintura y me acurruque en su pecho, escuchando el tranquilo palpitar de su corazón.

Colocó su mano por debajo de mi camiseta para acariciarme la espalda. Sin presión alguna. Sólo me brindaba tiernas caricias, su corazón chocaba contra mi pelo y yo subía y bajaba al ritmo de su respirar. Era un momento único.

-Te amo ______(tn)-Le miré a los ojos.

-Te amo Abraham.-Le contesté antes de unir nuestros labios en un dulce beso.

Cuando me desperté no encontré a Abraham por ningún sitio. Resignada volví a acostarme pero al ver el reloj de la pared me levanté de la cama. ¡Eran las ocho y treinta y cinco de la mañana! ¡¿Por que Abraham no me había despertado antes de irse?!

A la velocidad de la luz me puse de pie. Me vestí con una velocidad olímpica, y ate mi cabello en una coleta alta.

-Su...Susana ¿Sabes donde esta Abraham?-Le pregunte nerviosa, pena y tengo tengo que admitirlo, un poco e miedo.

-Hay cariño, acaba de salir a comprar unas cosas para desayunar.-Me dijo con una dulce sonrisa.-Hay una tormenta terrible, he llamado a tu madre y le a parecido bien que faltaras a clase, por eso he pedido que no te despertaran.-Me explicó.

-¿Tormenta?-Pregunté extrañada, ya que ayer hacia un sol insoportable.

-Increíble ¿No crees?-Me dijo riendo.

Caminé hacia la ventana, y efectivamente una tormenta terrible se había desatado. Ni si quiera parecía que era de día, el cielo estaba de un color azul oscuro, y se veía como el agua corría a gran velocidad por el suelo.

Regresé a la cocina donde estaba Susana, seguramente los demás dormían. Me senté a un lado.

-Susana yo quería pedirte disculpas por lo de anoche...-Tenía que hacerlo, no podía seguir como si nada hubiera pasado. Soltó una pequeña risa.

-No te preocupes.-Me dijo con una sonrisa.-No pasa nada, a menos de que tu no estuvieras de acuerdo con lo sucedido, entonces si le llamaré la atención a Abraham.-Bromeó, claramente sabía que yo estaba de acuerdo. Reí tímidamente.

-Además, me encanta la pareja que hacéis .-Me abrazo, y yo correspondí al abrazo. No podía ser más dulce.

-¿Cafe o leche?-Me preguntó amablemente.

-Zumo.-Le sonreí.

Cruzaba los dedos para que mi familia se tomará bien mi relación con Abraham. Aunque convencer a Justin iva a ser más complicado. Pero ya llegaria el momento de hablar con el.

-Sabía que teníais algo especial entre vosotros.-Me dijo mientras empezaba a servir el zumo en un vaso. Reí tímidamente, seguro que ahora mismo estaba más roja que un tomate.

-La primera vez que viniste, la forma en la que te miraba era especial.-Se sentó frente mia en la mesa con una taza Blanca llena de café en sus manos.

-El...Es Increible...-Dije sincera.

-Me alegra mucho que este contigo.-Sonrió.-¿Tus padres ya lo saben?

-Aún no.-Confesé.-Estamos esperando un buen momento para decirlo.-Y no lo dé anoche.

Un pequeño ruido nos sobresalto a ambas y reimos. Había sido el tostador. Cogió un plato donde seguro que pondría las rebanadas de pan. En ese mismo momento sonó el telefono.

-¿______(tn) puedes contestar al teléfono?-Me pidió.

-Claro.-Respondí y fui hacia donde el teléfono que no paraba de sonar.

-¿Diga?

-¿Casa de la familia Mateo?-Una gruesa voz provino de la otra línea.

-A si es.

-Sólo era para informarles que el joven Abraham Mateo Chamorro a sufrido un accidente automovilístico.

¡Pobre Abraham! :'(

Siento haber tardado tanto, problemas personales. Perdonarme.

Pd: Pasaros por Bullying