Capitulo 23

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—Para que irme corriendo si tu lo estas haciendo.-Le dije firmemente sin moverme del lugar en el que estaba.

—¿Yo?—Solto una carcajada y se dio nuevamente media vuelta, para quedar delante mio solo que ahora a unos metros de distancia.

—No lo creo, YO ACLARE-Remarco la ultima palabra.

—Las cosas antes de irme, cosa que TU NUNCA-Volvio a remarcar.

—Pudiste hacer.

—¡Pero lo e intentado! ¡Y tu decidiste ignorarme toda la semana!—Gire hacia la cocina y puder ver a todas las de la limpieza e incluyendo al jardinero miraban aquella escena. Abraham giro y los fulmino con la mirada, e inmediatamente todos volvieron a realizar sus tareas.

—Es mas, tienes razon, hagamos de cuenta de que yo no 'aclare' nada y olvida todo...—Le dije ya desesperada, me di media vuelta y empece a subir las escaleras.

—¡Lo ves!-Me grito subiendo detras de mi.

—Esa es tu 'maravillosa' forma de resolver tus problemas.— Yo seguia subiendo las escaleran sin mirar hacia atras.

—Solo te interesas por ti misma.

—¿Y tu?—Me detuve para enfrentarlo.

—Lo intentaste conmigo, viste que no funcionaba, y te fuiste a por otra.—Le dije ya que el no era el menos indicado para decirme esas cosas.

—Y ahora que... as terminado con ella, vienes a donde mi y quieres que actue de lo mas normal, no me hagas reir...—Le dije volviendo a retomar mi camino.

—¡Y ya te lo e dicho! ¡Me e equivocado y por eso e terminado con ella!—Se quedo parado.

—Ves, ni siquiera me escuchas.—Reprocho.

—No se como me e podido fijar en una egocentrica, engreida y loca como tu.

—Te a faltado imadura y malcriada—Le dije antes de entrar en mi habitacion y cerrar la puerta de un portazo.

Me fui directamente a mi cama, para esconder mi cara en una de las grande almohadas, para poder sacar todo mi enfado y frustacion con un fuerte grito, que gracias a mi almohada solo fue audible para mi.

Era inutil que Abraham y yo pudieramos mantener una conversacion sin gritarnos u ofendernos, y aun era mas ridiculo qur pense que el y yo pudieramos mantener una relacion sentimental. Nuestros caracteres son tan parecidos que quedariamos muy mal.

—¿Que?—Me pregunto Carla impresionada.

—Si.—Le conteste sin animos.

—Llevamos una semana sin hablarnos...—Le conte.

—Bueno, el no me habla desde hace dos semanas, solo que un dia discutimos y desde entonces parece que ni siquiera nos conocemos.

—¿Y por que habeis discutido?—Me pregunto.

—Por una estupidez...—Le dije sin interes, la verdad no tenia muchas ganas de hablar sobre el tema.

—¡Cuentame!—Me dijo ansiosa y yo solo rei.

—Me dijo que le gustaba.—Le dije rapidamente.

—¿Que?—Pregunto sorprendida y emocionada.

—¿Y su novia? ¿Y por que os aveis peleado?

—Me abia dicho que habia terminado con su novia, me beso y no supe que hacer ni que decir, y nuevamente hui...—Le conte mientras jugaba con mis dedos.

—¡Es que tu estas loca! ¿Sabes?—Me dijo casi gritando, ignorado que estabamos en plena clase de Matematicas.

—Shh...—Le dije para evitar que nos regañara el profesor.

—¡Es que ______(tn) ese hombre rs igual o incluso mas orgulloso que tu! ¿Tienes idea lo que le a tenido que costar decirte eso?—Susurro mientras se ocultaba para que no se dieran cuenta de que hablabamos.

—Pero...—Pense pero ninguna excusa llego a mi mente,claramente no la habia. Ya habia exagerado. Suspire.

—Tienes razon—Le dije apenada, pero agradecida, Carla siempre me hacia pensar antes de actuar, pero en esos dias no estaba conmigo para tranquilizarme.

—¿Y que vas a hacer?—Me pregunto aunque claramente conocia la respuesta.

—Puede ser que considere pedirle dis...disculpas—Carla automaticamente sonrio.

Las clases como de costumbre pasaban mas que rapido, solo que ahora iba algo mas atrasada debidi a las dos semanas que estuve expulsada.

—Carla tienes que dejarme todos los apuntes.—Le dije en tono de suplica cuando llegamos a su casa, ya que Abraham no me habia devuelto mi coche habiamos ido andando.

—Si.—Dijo abriendo su mochila para sacar sus cuadernos.

Llegue a mi casa, saque las llaves de mi mochila para poder entrar, recorri la sala buscando a Abraham, pero no estaba. Llegue a las escaleras y lo encontre, venia bajando, llego al ultimo escalon y me miro.

—Quiero hablar contigo...—Dijimos al unisono.

~Mi Niñero~ (Abraham Mateo Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora