~Mi Niñero~ (Abraham Mateo Y Tu)

Capitulo 02

—Hija— era la voz que privenía de la sala—Ven te quiero presentar a alguien...—Me dijo caminando hacia la sala de estar.

—Él es Abraham.

Ya nos conociamos, pero hice como que no lo conocia, mirándolo bien, no estaba nada mal. Así que yo misma empeze a examinarlo con la mirada, lo que más me sorprendió fue su deslumbrante y bonita sonrisa. Vestía unos pantalones negros ajustados, que no le quedaban absolutamente mal, una camiseta negra y sobre esta traía una chaqueta roja de piel, arremangada hasta los codos. Simplemento perfecto para el crimen.

—Él es el hijo de Antonio Mateo, el socio de tu padre. Y él es el que se encargará de ti el tiempo que nosotros estemos fuera...—

—Bien...olvidemos el crimen— Mi mirada de admiración se transformó a una de desprecio, que claramente parecía no afectarle ya que seguí con su bonita sonrisa.

Mi padre interrumpió el incómodo momento, mientras bajaba por las escaleras con las maletas.

—¿Le ayudo....?— Se ofreció mi "niñero"

-Idiota- Pensé.

El taxi del aeropuerto llego a la entrada de casa, el taxista vajo y les ayudo a subir las maletas.

—Por favor ______(TN) no quiero problemas, sigue las indicaciones de Abraham...—Me dijo mi padre.

—Está bien...Cero problemas...—Tal vez no seria verdad todo.

—Bien...— Me dio un beso en la frente y subió al coche donde mi madre y Anna ya les estaban esperando.

Vi como el coche cada vez se alejaba más y más hasta que no pude verlo. Gire sobre mis talones para entrar en casa pero ahí estaba Abraham que miraba perdidamente hacia la calle, con las dos manos en los bolsillos de su pantalón, me miro y me sonrió.

—Hola...—Me dijo con su melodiosa voz.

Sin contestarle nada camine hacia la puerta de mi casa y entre.

—¿Y esas maletas?— Pregunte cuando vi dos maletas grandes al pie de las escaleras.

—Son mías...—Me contesto caminando detrás de mí— Viviré aquí...así que será mejor que nos llevemos bien— Lo fulmine con la mirada, y volví a subir las escaleras.

<<Por la mañana>>

Me desperté cuando escuche tres fuertes golpes en la puerta, pero simplemente los ignores, y volví a dormir.

—Levántate ya o llegaras tarde— Coji la manta y me tape hasta la cabeza, ya que había encendido la luz.

—No pasa nada si llego tarde...— Mentí

—Si...pues asegurémonos de que no va a pasar nada...Levántate—Sentí que me quitaba la manta, por lo que la agarre con mas fuerza para que no pudiera quitarmela, pero fue inutil, su fuerza es mayor que la mia. Y logro quitarmela.

—Aah...—Bufe molesta poniéndome de pie.

—De nada te sirven las olgazanerias así que cámbiate...—Lanzo la manta a la cama y salió cerrando la puerta.

—¡Y este quien demonios se cree!—Grite en mi foro interno.

Aun ahogada en rabia, me dirigi a la ducha, y le di un paso a la lluvia artificial, espere hasta que estuviera tibia para ahora si comenzar a deshacerme de mi ropa, entre dejando que las gotas tibias de agua cayeran sobre mi piel llevándose todo el enfado t rencor. Nada... Pero absolutamente nada era tan relajante para mí como un baño de agua caliente. Salí de la ducha después de una de las toallas blancas alrededor de mi cuerpo.

Me dirigí ami armario y me vestí.

—¿No tienes un pantálon más viejo? —Soltó una carcajada.

—No está viejo...—Lo mire despectivamente mal, sabia claramente que no era viejo si no que era así, solo lo hacía para hacerme enfadar.

—Aquí a las tres de la tarde.—Me dijo antes de que abriera la puerta.

—Idiota...—Susurre.

—¡Te eh oido!—Me grito desde la cocina.

—¡No me importa!—Cerré de un golpe para luego caminar hacia mi coche y partir al instituto.

—¿Y qué tal te ha ido?—me pregunto Carla sentándose enfrente de mí en la cafetería del insti.

—¡Já! ¡Fatal!—Le dije mientras escondia la cara con mis manos.

—¿Cómo es el? ¡Cuéntame! —Me dijo emocionada—¿Viejo? ¿Nerd? ¿Enfadon?—Me pregunto desesperada.

—No, no y aun no le sé—Respondí a sus preguntas en orden.

—¿Entonces?—Me dijo impaciente.

—Para empezar el chico...esta como le da la gana—Le dije—¡CARLA si lo vieras por detrás! —Dije mordiendome el labio inferior.

—¿Y entonces cual es el problema? — Abrió sus ojos como platos.

—Es un idiota...—Le dije mientras le daba un trago a mi botella de agua.

—¿Por qué? ¿Qué te ah echo? ¡_______(TN)! ¡Cuéntame bien!—Reí por su desesperación.

—Nada no me ah echo nada...Solo que no me gusta, es un engreído—

—¿Y entonces que harás? —Me pregunto riendo malvadamente.

—Pues se tendrá que ir...—Reí junto a ella.

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Creditos: HistoriasAbrahamers