~Mi Niñero~ (Abraham Mateo Y Tu)

Capítulo 44

Me desperté con el sonido de mi despertador, esta vez no eran las caricias de Abraham las que me despertaban.

-¡Basta!-Mi voz interna me regaño.

Yo sola me hacia daño recordando cada momento. Entré en el baño y dejé que el agua corriera para que la temperatura se estabilizara, mientras eso sucedía me diriji al armario, y cogí lo primero que vi. No tenia ni ánimos ni para ponerme a buscar algun conjunto.

Si por mi fuera, me hubiera quedado horas en la ducha,  pero mi vida no había terminado por que Abraham ya no estaba en ella.

Termine de vestirme y cogí mi mochila, aún no muy segura salí de mi habitación.

—¡Ya me voy!—Avisé desde la puerta.

Salí de casa y subí a mi coche, todavia no habia pensado lo que le diria a Carla si me preguntaba por lo sucedido ayer, pero no podia contarle la verdad ya que si no se lo diria a Bray y ella misma iría a buscar a Abraham para aniquilarlo.

—Abraham Mateo Chamorro te mereces que se lo cuente a Bray.—Estaba hablando conmigo misma.—Pero no puedo hacerlo.—Suspiré profundamente.

Llegué al instituto, afortunadamente era algo tarde, por lo que todos estarian en clase, así no me encontraría con Bray.

Sin dificultad alguna llegue a mi taquilla, y saqué los libros de la siguiente clase.

Estaba llegando a mi aula, cuando mi movil empezo a vibrar. Lo saqué de mi bolsillo y miré la pantalla. Era un mensage de...Abraham. Sin siquiera abrirlo lo eliminé, no quería entrar llorando a clase.

Di dos golpes sobre la puerta de mi clase y entré, todas las miradas se dirigieron hacia mi.

—______(tn), llegas tarde.—Me recordó el profesor.

—Lo siento.—Dije mientras caminaba a mi sitio, tratando de ignorar la extraña mirada de Carla claro.

Saque el libro y cuaderno de la asignatura y un par de bolis, y empece a copiar todo lo que había en la pizarra. De pronto una pequeña bolita de papel aterrizo en mi mejilla derecha, gire y Carla me dijo "Leela" en bajito para que no nos descubrieran.

Cogí el pequeño papel y lo abri. "¿Que te pasa?". Reí nerviosamente y mire se nuevo a Carla que me miraba con detenimiento.

"¿Que me pasa el que?"Respondí en el papel.

"Sabes que no me puedes engañar..."Me de volvio el papel. Bien, a ella no podia mentirle, me conocia demasiado bien, sabia bien cuando me pasaba algo, si estaba triste, feliz o enfadada. Le hice una señal para que se esperara, asintio con la cabeza y cada una siguio escribiendo en su cuaderno.

-¡Estúpido timbre!-Pense enfadada aunque no podia atrasarlo más, tenía que hablar con Carla. Cogí mis libros, salí de clase y rapidamente Carla me alcanzo.

—Habla ya...—Me dijo mirandome fijamente para asegurarse de que no le mintirera.

—Ayer llegaron mis padres.—Le conté sonriente.

—¿Enserio?—Preguntó sonriendo igual.

—Si.—Le contesté.

—Pero no. A ti te pasa algo y no es eso.—Me dijo levantando una de sus cejas.

—Solo es eso.—Insistí.—Mis padres llegaron y A-Abraham se a ido.—Despues de todo no estaba mintiendo.

—¿Y les vais a contar lo de vosotros?—Me pregunto mientras entrabamos en clase  para dar la siguiente clase.

—N-no.—Me senté en mi sitio.

—¿Por que no?—Me preguntó.

—No lo se, creo que será mejor que lo mantengamos en secreto durante un tiempo.—Le dije a Carla no muy segura.

Cuando acabaron las clases Carla se tuvo que ir, su madre había benido a recogerla. Yo tenia que ir a la biblioteca a por unos libros para unos resúmenes que tenía que elaborar.

Me dirigía a donde estaba mi coche aparcado, traía mi mochila, los 3 libros sumamente pesados y una botella de agua que había comprado en la cafeteria.

—Coge otra cosa mas y apuesto a que te desarmas.—Me gire y de repente tenía a Bray a un lado.

—En lugar de burlarte, deberías ayudarme.—Le dije riendo por su tonto comentario.

—Dame.—Me dijo cogiendo los libros.—¿Y Carla? ¿Ya se a ido?—Me preguntó.

—Si, su madre a venido a por ella.—Le dije abriendo la botella de agua para poder beber de esta.

—Mmmm....—Me dijo asintiendo con la cabeza.—¿Y como te a ido ayer?

—¿Ayer?—Lo miré extrañada.

—Si, Carla me dijo que cumplias dos meses con el idiota.

—Si.—Le dije sin muchos ánimos.

—¿Hey que pasa?

—¿Q-Que pasa de que?—Rápida cambié mi trisre rostro por una sonrisa.—¡Ayer volvieron kis padres!—Agregué aceleradamente, intentado cambiar de tema.

—¿Enserio?—Sonrió.—Pasaré a dar saludos, cuando no este entrenando.—Los dos reímos.—Entonces quiere decir que Abraham se a ido de tu casa ¿No?—Por que tenia que preguntarme por él, nunca lo hacía y cuando no quería hablar sobre él, aparecía en la conversación.

—A si es.—Afirmé.—¿Y por que no estas entrenando ahora?—Pregunte intentando cambiar de tema, rogando por dentro que no se diera cuenta.

—Aver...—Dejó los libros sobre mi coche.—Nunca paras de hablar del idiota ese, lo ofendo y lo defiendes, te pregunto hoy algo y cambias de tema ¿Que te pasa?—Se dio cuenta.

—N-No me pasa nada, solo que como no te gusta hablar de él intento no hacerlo.—Mentí, normalmente me gusta hacerlo enfadar, ande y me sente en el coche.

—Porfavor ______(tn)—Dijo irónicamente.

—¡Enserio!—Le dije.

—¿Es el idiota no?—Me miraba fijamente.

—¡Bray!—Alargué—¡No solo por que este seria significa que me haiga echo algo!—Estaba tratando de contenerme y no romper en llanto.

—Te conozco y lo sabes.—Se sentó a mi lado, nuestras miradas se dirigian al suelo.—Tu tienes toda mi confianza, y siento que tu no confias en mi ni un poquito.—Me miro, sus palabras me pusieron peor. No podía estar más sensible, así que las lágrimas no tardaron en hacer su aparición...