De compras

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James, Mace y yo íbamos montados en el coche hacia la ciudad cercana. Mace había salido del bolso y ahora estaba dormitando en mis piernas, yo le acariciaba suavemente intentando no despertarlo.

-¿cuánto hace que tienes a ese gato?- pregunto mirando a Mace de reojo.

-Apenas un par de semanas.

-¿solo?-parecía realmente sorprendido- Es raro, parece que no os podeis separar el uno del otro.

-Me gusta estar con él- una sonrisa cruzó mis labios

-No puedo creer que esté celoso de un gato-murmuró James.

-¿qué?

-oh, nada, nada.-encendió la radio y empezó a buscar una buena cadena de música, de repente empezó a sonar una canción de Three Days Grace- Animal I have become. No pude evitar reirme por la letra.-¿por qué querías que te acompañara? ¿necesitas que te ayude a decidir que ropa interior comprar?- Le di con el puño en el hombro, ropa interior, no había caido en eso, Mace también necesitaría llevar calzoncillos.

-Necesito que me acompañes porque quiero que seas mi modelo particular.

-¿modelo?- Mi mente empezó a trabajar en una escusa creible.

-Pronto vendrá un amigo a verme... porque su casa se ha incendiado y deberá quedarse conmigo...Por lo tanto tampoco tiene ropa, ya que toda se quemó... pero no puedo contactar con el y como tú eres más o menos como él, pensé que podías ayudarme.

-Curioso...¿cómo se llama tu amigo?

-Mace- dije arrepintiendome al momento, había hablado demasiado rápido.

-¿cómo el gato?

-Sí, es que... le tengo mucho aprecio...y decidí llamar al gato como él.

-¿y cómo es tu amigo?- Me quedé sin palabras, jamás me había imaginado como podía ser Mace, siempre que lo intentaba lo único que conseguía era verle con cuerpo de hombre y cabeza de gato.

-Hace mucho que no le veo-dije pensativa-mi abuela me dijo que cuidara de él.

-ya veo, por cierto, ya hemos llegado- no me había dado cuenta de que ya había aparcado el coche, desperte a Mace y este se volvió a meter en el bolso. Habiamos aparcado en una calle muy concurrida, llena de tiendas por todas partes.

-Vamos, supongo que tendremos mucho que comprar.-James me agarró de la mano y nos dirigimos hacia la primera tienda. No me importaba el contacto de su mano, tampoco era nada malo y se sentía verdaderamente bieno. Pero algo en mi interior no era capaz de dejar de pensar en Mace.

Fuimos tienda por tienda, yo comparaba la ropa sobre el cuerpo de James y Mace con diferentes gruñido me decía si le gustaban o si le quedarían bien; le compré tanta ropa que no sabía donde demonios ina a meterla, después fuimos a varias zapaterias, le compré varias deportivas (deseando acertar con el número de pie), Donde peor lo pase fue en la tienda de ropa interior de hombre, el color me subía por las mejillas; una vez me dijo que talla le quedaría bien empezé a coger un montos de calzoncillos rapidamente, sin fijarme ni el color ni en el precio y los pagué lo más rápido posible. Ya nos dirigiamos al coche cuando pasamos por una tienda de trajes de etiqueta, uno me llamó mucho la atención, era de un negro muy oscuro, simple y elegante. "eso le quedaría perfecto"

-Esperadme aquí- le dije a James entregándole el bolso donde estaba Mace, entré en la tienda y compré aquel traje que tanto llamaba mi atención.

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Llegamos a casa sobre las 8 de la tarde, faltaba muy poco para anochecer. El idiota de James empezó a descargar la ropa que con tanto cariño Di había elegido para mi. Aunque la ropa de esta época no era como lo que yo solía llevar, no era del todo desagradable; Di tenía buen gusto y había elegido camisetas simples o con algún dibujo gracioso, me lo pasé realmente bien cuando estaba en la tienda de ropa interior, su rostro sonrojado y su actitud avergonzada la hacían aún mas bonita.

-Gracias- le dijo Di con una sonrisa a James, sonrisa que debería ser solo mia.

-si quieres puedes agradecermelo esta noche- le dijo con una voz sensual con la que me entraron ganas de vomitar.

-Lo siento, esta noche no puedo, quizás mañana o pasado.

-Entonces dame solo un beso- No, no ,no, no , el único que sería besado aquella noche sería él. Di le dio un beso en la mejilla, como odiaba a ese indeseable ¡Di es mia! ¡Mia! James suspiró.

-supongo que con esto me basta-se giro para verme- Eres un animalito con suerte- seguro...suerte. James por fín se fue

-gracias por todo, nos vemos- Grito Di.

-¿estás listo?- me pregunto.

-Claro.

-Yo no- se sentó en el suelo para estar un poco más a mi altura- No se que es lo que tengo que hacer. ¿debo sacrigicar un animal? ¿pintar una estrella con sangre de virgen?

-Di, ves demasiadas película.- le puse una pata en su mano derecha- lo único que tienes que hacer es llevar el colgante que te dio tu abuela, después debes cogerme estilo Simba (el rey león) pero mirando hacia ti y decir lo que te venga a la cabeza en ese momento. Pero deben estar todas las luces apagadas y la luz de la luna debe iluminar nuestros cuerpos.

-Esta bien, ire a por el colgante y traeré ropa para ti.- Ella subió las escaleras y yo empezé a apagar todas las luces que veía encendidas y abrí las ventanas para que entrará bien la luz de la luna.

Nos pusimo en el salón, había una puerta de cristal enorme que daba al patio, el sol empezó a ponerse y la habitación fue iluminada por un tono naranja. Di nerviosamente se puso el colgante y sus ojos se quedarón en blanco por un segundo, el sol ya se había ocultado del todo y la luna estaba arriba en el cielo, brillando como nunca. Di estaba realmente seria y yo me ponía cada vez más nervioso, me cogió y me levanto al aire.

-Yo, Dashuri Smith, descendiente de Sjell, intervengo en el hechizo de Mace. Serás gato hasta encontrar el amor, pero en cuanto salga la luna y sus rayos bañen tu cuerpo, podrás volver a tu forma original, solo hasta que el sol vuelva a levantarse. Yo así lo ordeno.

solo hubo silencio, los segundos pasaban y Di me miraba con preocupación. ¿había salido mal? ¿era ella realmete la que rompería el hechizo? quizás al llevar tanto tiempo como gato ya no había marcha atras.

-Mace...-oí decir a Di con una tristeza enorme y pude ver lágrimas en sus ojos.

-No llo..-no pude decir nada más, un dolor me atravesó desde la cola hasta la punta de las orejas, era horrible. Mis huesos parecían romperse todos a la vez y mi piel se desgarraba. ya no podía dejar de ver a Di y ya no pude ser capaz de contener aquel grito de dolor. Di gritaba mi nombre, pero yo solo podía sentir dolor.

Tal y como empezó, paró. Deje de sentir dolor y abrí los ojos lentamente, Di me miraba atónita y una sonrisa enorme atravesó sus labios.

-Lo hemos hecho Mace, lo hemos hecho.-dijo con lágrimas en los ojos.

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¿qué os ha parecido? Comentad por favor, que es lo que anima a una a escribir.

Gracias por leer y os recuerdo que también estoy escribiendo El cazador.

the curse of the catDonde viven las historias. Descúbrelo ahora